Crespo se marca el 31 de diciembre de este año como horizonte para "poner algo al día" la administración local. Porque el mandatario señala que este concello no se parece nada al que dejó su gobierno hace cuatro años en cuanto a su funcionamiento. "Basta dar una vuelta por allí para ver como está manga por hombro". Indica que de este escenario ya había sido informado por algún funcionario cuando estaba en la oposición y él no era capaz de creerlo. "Ahora me doy cuenta de por qué el cuatripartito no era capaz de sacar adelante los remanentes". Para él, el anterior ejecutivo "montó una maquinaria tan desafortunada para funcionamiento interno que para mover un papel es una odisea". Ejemplifica esta situación con, por ejemplo, que no se previó la organización de Feiradeza, evento al que se rebajó consignación, quedando 14.000 euros.

Además, dice que urge sacar adelante los proyectos del Plan Marco, pues sus fondos tienen que estar certificados antes del finales de septiembre, y cuando llegó a la Alcaldía aún no se había comenzado el expediente de contratación. En términos semejantes se refiere a la las actuaciones del Plan Concellos del año 2017, que deben estar rematadas antes de final de año porque en caso contrario se perderían los fondos provinciales. "Esto nunca ocurrió en la historia de Lalín, solo bajo la dejadez de este gobierno y sobre todo, porque mandaban cuatro". Así las cosas, afirma que para poner a camino estas tareas pendientes, solo podrá coger una semana de vacaciones este verano. "Eso de las auditorías está bien, yo lo que estoy haciendo es recoger datos de los distintos servicios para ver cómo se da arreglado; esa foto de hoy hay que tenerla, pero no quiero perder un minuto de encargar una auditoría", dice, porque opina que la mejor auditoría fue la que hicieron los vecinos cuando le dieron la mayoría absoluta al PP.