Una "tontería", como a él le gusta llamarle, le privó de libertad durante cerca de tres años por un asunto de drogas, un tiempo que invirtió en escribir un corolario de poemas. Ahora, Miguel Ángel Jorge Rodríguez, puede presumir de ver publicada su obra "Encerrado" con algunos de los escritos que fueron creados a medio camino entre España y Portugal mientras cumplía la condena impuesta por el juez.

-¿Cómo surge este poemario creado durante su cautiverio?

-Lo mío con la literatura fue casi por casualidad. Todo empezó porque quería hacerle un regalo a una hija por su cumpleaños y pensé que dedicarle unos poemas podría estar bien. Lo primero que hice no me quedó nada mal y entonces pensé que, aunque fuera algo regular, seguiría escribiendo para ella. Y hasta hoy, que por fin lo veo publicado, algo que para mí es muy importante por todo lo que significa haberlo escrito en la cárcel. Modestamente hice lo que pude, pero puse especial empeño en que los poemas rimen de manera correcta y, sobre todo, que el relato en conjunto tenga lírica, por supuesto.

-¿Cómo encontró editorial para publicar "Encerrado"?

-La verdad es que fui yo el que contacté con Ediciones Albores. Les mandé una recopilación de lo que había hecho y para mi sorpresa me contestaron afirmativamente, lo que me hizo mucha ilusión como te puedes imaginar. La primera edición salió en marzo y por lo que me comentan la cosa no va mal. Si soy sincero, nunca pensé que aceptasen a publicar, pero se nota que les debió gustar porque la contestación fue rápida, como también su publicación.

-¿Ha escrito algo nuevo desde su salida de la penitenciaria?

-Poco más, la verdad. Date cuenta de que yo salí de prisión en 2007 y es ahora cuando veo publicado "Encerrado" porque, insisto, me pilló por sorpresa que quisieran publicármelo. La verdad es que en estos no estoy demasiado inspirado.

-¿Le ayudó haber escrito su poemario para sobrellevar la prisión?

-Es evidente que cuando estás en la cárcel tienes tiempo de sobra para hacer de todo. Yo, allí, descubrí mi faceta poética y lo bueno es que parece que hay gente a la que le gusta mi manera de escribir. Es todo muy aleatorio. Tanto puedes hacer en una hora un poema bonito como pasarte todo un año sin estar inspirado para ello. Y, en cuanto a lo de si me ayudó o no para sobrellevar la prisión, tengo que decir que estas cosas hay que tomarlas como vienen, pero sobre todo asumirlo de manera positiva. A nadie se le escapa que estar en la cárcel es duro, pero tienes que ser fuerte y sobreponerte porque ya digo que tienes que ser positivo.

-¿Cree que la cárcel cumple su función de inserción social?

-Ahora que lo veo con perspectiva pienso que sí. Al menos, en mi caso, fue así, afortunadamente. Como te decía antes, es una situación que tienes que superar tú mismo, pero sí pienso que la labor de inserción se cumple en la mayoría de los casos. Al menos, yo así lo veo después de estar allí unos años.

-¿Qué fue lo más difícil?

-Sobre todo los primeros días, que es cuando te encuentras más desorientado en todos los sentidos. Lo más importante es no venirte abajo en ningún momento porque, después, todo se te pone muy cuesta arriba. Sólo los que pasamos por eso sabemos qué difícil es salir de allí de la mejor forma posible. Como te decía antes, yo tengo la suerte de quedarme con lo positivo de las cosas y, evidentemente, eliminar lo negativo de todo cuanto me pasa. En este caso, fue fundamental tener esa actitud ante la vida para poder salir airoso de todo aquello. Se trata de salir adelante como sea porque corres el riesgo de verte superado por los acontecimientos. Además, el día a día es muy complicado como te puedes imaginar porque es fácil caer en la rutina. En ese sentido, pienso que el dedicarme a escribir durante todo ese tiempo también me ayudó a sobrellevarlo y a afrontar una situación por la que nadie quiere pasar en su vida. Ninguno estamos preparados para pasar por algo así, por eso es importante que te lo tomes con filosofía porque te va la vida en ello.