El distrito forestal contará con cuatro agentes para investigar la autoría de fuegos forestales

El Consello de la Xunta aprobó ayer el Plan de prevención e defensa contra os incendios forestais, Pladiga 2019. El documento enumera 43 concellos y 77 parroquias con alta actividad incendiaria, ya sea por el número de fuegos registrados en los últimos cinco años o por la virulencia de sus incendios. El año pasado eran 77 parroquias. Del distrito XVI, al que pertenecen las comarcas (Cerdedo-Cotobade de forma parcial, ya que otra parte se integra en el de Caldas-O Salnés), solo figura Dozón. Igual que en años anteriores, en este municipio repiten las dos parroquias con alta siniestralidad en incendios forestales: Santa María de Dozón y Santa María de Bidueiros. La de Dozón tuvo 30 fuegos desde 2014, que afectaron a 139,31 hectáreas. Por su parte, en Bidueiros sus 10 incendios arrasaron otras 110,42 hectáreas. Cabe apuntar, también, que la parroquia de A Corna, ya en el concello vecino de Piñor, en Ourense, también está entre las zonas de mayor riesgo. En su caso, hubo 20 fuegos en los últimos cinco años, y se llevaron por delante nada menos que 862 hectáreas. A escala provincial, hay 15 parroquias con una actividad incendiaria muy notable. Es la misma cifra del Pladiga de 2018.

Una de las novedades del Pladiga es la incorporación de drones para apoyar tanto las tareas de vigilancia y detección como las de extinción e investigación de los incendios, reforzando de forma especial estas zonas de alta actividad. Los drones también van a vigilar el cumplimiento de las obligaciones en cuanto a la gestión de la biomasa en las franjas, ya que el 31 de este mes, como tope, deben estar limpias de maleza y especies pirófitas las franjas secundarias, que son las más próximas a núcleos y viviendas aisladas.

Al margen de las dos parroquias de Dozón, los nueve municipios que conforman el distrito XVI están clasificados como Zonas de Alto Riesgo, una catalogación de la que, en toda la provincia, solo se salvan los municipios vecinos de Cuntis, Moraña y Campo Lameiro, además de Ribadumia. Son los mismos que ya aparecían el año pasado. El concello ourensano de Beade, limítrofe con Forcarei, tampoco figura en esta lista roja.

Otra medida de Medio Rural, aunque no tan inmediata, es la potenciación de las Brigadas de Investigación de Incendios Forestais (BIIF), con la incorporación de 23 nuevos agentes en los años 2020 y 2021, así como ocho coordinadores de área. Ahora mismo, hay 38 agentes encargados de estas labores en los 19 distritos gallegos, a razón de por cada un. A la pareja que actúa ya en el de las comarcas se incorporarán otros dos agentes, con dedicación exclusiva.

Medios de extinción

En cuanto a los medios del distrito, tenemos la base aérea para helicópteros en Taboada (Silleda). Es una de las 14 bases que existen para estos vehículos en toda Galicia. En la comunidad obrarán, además, 4 bases de aviones ligeros y una de anfibios, otra base de helicópteros alternativa y una, también, alternativa, de aviones ligeros.

El distrito dispone, además, de 39 puntos de agua apta para la carga de helicópteros. Es un punto más que en 2018. Estos vehículos cubrirán la distancia a estos puntos de acopio en tiempos de cero a dos y de dos a cuatro minutos. En toda Galicia, el Pladiga contempla 792 puntos de agua para estos servicios, así como 4.725 destinados a otro tipo de vehículos, que en el caso del Distrito XVI serán 139 enclaves, un par menos que en el ejercicio pasado. Los mapas que maneja el distrito indican que los tiempos de vuelo entre los dos extremos geográficos del municipio serán de 8 a 10 minutos. Seguirán las dos torres de vigilancia fija en el Candán, en el lugar de Lamasgalán de Arriba (Aciveiro, Forcarei) y en el monte San Sebastián (Moalde, Silleda).

En toda la provincia, estarán operativas durante la época de riesgo alto 73 brigadas, como personal laboral, a las que se suman 4 helitransportadas otros 64 dispositivos mediante convenios con GES y los concellos.