Leve aumento del 'renting' y de la compra flexible

Antes de la recesión económica, el renting o alquiler de vehículos a largo plazo estaba ligado a las grandes empresas, debido a ventajas fiscales como la deducción del 100% del IVA si el coche se dedicaba por entero a la actividad profesional, pero también a que este sistema permitía una cuota mensual más baja que una letra por la compra normal, y en la que además se incluyen gastos de mantenimiento y seguro.

Pero cada vez más frecuentes los anuncios de marcas de coches que ofrecen renting a particulares. Este mercado tiene que captar nuevos clientes debido a la fuerte competencia de los coches de segunda mano, ya que en los años más duros de la crisis por cada turismo nuevo se vendían tres usados. Y, entre sus reclamos, está la opción de disfrutar de un modelo mejor equipado cada tres años El renting es aún una opción muy residual entre los clientes particulares, y en el caso de las empresas se detectó cierto descenso debido, precisamente, a la crisis económica El renting para particulares ocupa sólo entre el 4 y el 5% del mercado, según los cálculos de profesionales del sector consultados. Entre las ventajas del renting, figura el ahorro de un 15% en comparación con la compra del vehículo, y éstos suelen estar dotados de sistemas de seguridad mayores que la media. Entre los inconvenientes, hay que enfrentarse a la posibilidad de penalización si se sobrepasan los kilómetros establecidos en el contrato o acudir solo a los talleres que indique la empresa a la hora de hacer reparaciones.