En Francia, a día de hoy los precios de la leche cruda están "sensiblemente altos", y el consumo, como decíamos, crece. De ahí que desde UPA Román Santalla anime a los ganaderos "a que no se apuren en firmar contratos, porque tienen dos meses para negociar los precios y este puede ser un año favorable", dada la demanda de este alimento. Indica, también, que desde el Ministerio de Agricultura se está ejerciendo cierta presión para que suba el precio de la leche en origen, una cuestión más que razonable si se tiene en cuenta que cada vez crece más la diversidad de productos para el consumidor, desde alimentos sin lactosa a aquellos elaborados con leche de pastoreo.

El sector lechero tuvo que enfrentarse a precios reclamo de las marcas blancas y foráneas, así como a una desaparición de cuotas que parecía invitar a poder producir más y que, muchas veces, desplomó los precios por la demanda. Sin embargo, "es un sector que va por delante en regulación y que sirve de espejo para otros productos agrarios" que corren el riesgo de ahogarse en este océano de libre comercio, señala Francisco Bello. Sin ir más lejos, al hablar de fruta los productores de naranja del estado tienen que enfrentarse a la competitividad que supone el mismo alimento producido en Sudáfrica o en otros países igual de lejanos.