Cumpleaños 5.0 y tarta de 100 velas

Celebrar que uno cumple años es celebrar la vida. Siempre se dice que la edad es solo un número, que es el espíritu el que puede ser eternamente joven. Y es cierto. Sin conceder importancia a las canas o las arrugas, sentirse joven por dentro resta años por fuera. El estradense Manuel Muíños Bahamonde sopló ayer cien velas en su tarta de cumpleaños y lo hizo con la vitalidad y el buen humor de un jovenzuelo. Si celebrar que uno cumple un siglo de vida es todo un acontecimiento, también lo es conmemorar la llegada al ecuador hacia las tres cifras. Un numeroso grupo de estradenses se reunieron en la noche del sábado en el Pazo de Xerlís para festejar un cumpleaños 5.0.

Manuel Muíños es vecino de la parroquia estradense de Agar. De allí era también su esposa, Marina García. El matrimonio tuvo tres hijos, tres nietos y dos bisnietos. Familiares y amigos rindieron ayer un homenaje a este estradense en el campo de la fiesta de San Lois, en Orazo. Hasta allí se trasladó el alcalde, José López, y el primer teniente de alcalde, Juan Constenla, que quisieron acercarse a hablar un rato con el nuevo vecino centenario de este municipio. Los dos representantes del gobierno local, cuya visita fue muy agradecida por el homenajeado, le hicieron entrega de varios presentes representativos de A Estrada.

A esta fiesta asistieron alrededor de medio centenar de personas. Después del almuerzo, todos ellos entonaron el cumpleaños feliz para que Manuel pudiese soplar las velas que brillaban para conmemorar que tal día como el de ayer, un 18 de noviembre pero de hace un siglo, llegó a este mundo.

En Xerlís, en la parroquia de Guimarei, fueron 56 personas las que en la noche del sábado tuvieron su tarta. Todas ellas nacidas en 1968 y, por tanto, todas con 50 años en este 2018. Los organizadores explicaron que su intención fue aprovechar esta fecha tan significativa para propiciar un reencuentro. La creación de un grupo de Whatsapp obró el milagro y gente que no se había vuelto a encontrar desde octavo de la EGB volvió a verse las caras.

La bautizaron como "fiesta 5.0" e hicieron de 1968. El nacimiento de las leyendas, su eslogan. En un primer momento llegaron a inscribirse 68 personas pero, por diversos motivos, finalmente fueron 56 las que pudieron compartir mesa y mantel en este pazo estradense. Hubo tiempo para todo: para el reencuentro, la nostalgia y la diversión. El evento reunió a alumnos de diversos colegios de A Estrada, caso del Pérez Viondi, Lourdes el desaparecido Cristo Rey.

Durante la celebración fueron muchos los detalles preparados para conmemorar este medio siglo tan especial, acompañados de frases como La vida comienza a los 50 o La felicidad son momentos. Disfrutemos de este. El reencuentro entre todos estos cumpleañeros fue muy emotivo. Algunos de ellos no se veían desde que tenían 13 años y ahora se descubrían siendo ya abuelos.

Con un siglo de historia o con exactamente la mitad. La juventud se lleva por dentro. Las ganas de seguir soplando velas es una fuente de juventud y el mejor tónico para que esta luzca por fuera, sin importarle qué cifra cante el DNI.