Crespo aprovechó el turno de ruegos y preguntas para incidir sobre un asunto de actualidad en los últimos días: el acuerdo entre gobierno y oposición por las inversiones con cargo a remanentes. Más que hablar de la comisión negociadora se centró en reafirmar la postura del PP en el veto al alcalde y a la edil de Cultura, Lara Rodríguez Peña, en estas reuniones. Tras pedirle al mandatario local "respeto" y que no le cortase en sus intervenciones, pidió al teniente de alcalde, Nicolás González Casares, que aclarase si en agosto, cuando habló con él por la reunión de los remanentes, no le había advertido del veto de su grupo a Cuíña y a Peña o si no era verdad que la su respuesta fue "lo tendremos que estudiar y ya contestaremos".

Tras preguntar a los representantes del ejecutivo en la negociación -Casares, Francisco Vilariño y Miguel Medela- si el PP era merecedor de los ataques del alcalde nada más cerrarse el acuerdo en pleno, fue por otro lado y se centró en lo que entiende como contradicciones de Cuíña y Peña. En primer lugar, recordó, que el alcalde negó el veto del PP y dijo que se había autoexcluido y, a la par, Peña cuestionó que el grupo de la oposición la dejase fuera. También preguntó a la edil de Cultura si alguna de sus propuestas se habían recogido en los proyectos del gobierno, ya que las únicas actuaciones en las áreas de su competencia llegaron del partido de la oposición, además de preguntar si entiende que la representación del ejecutivo también es machista y antidemocrática "como se nos acusó a nosotros". Por último, Crespo preguntó a Cuíña por si había ordenado a los jefes de servicio que lo avisasen cuando él se pasaba por estos departamentos. "Míreme a los ojos; le digo que es mentira", espetó el mandatario.