Fernando Marmolejo se presentó ayer en O Corpiño como el heredero de una saga de orfebres sevillanos con más de un siglo de historia. Marmolejo recordó que el contacto entre su empresa y el santuario se debió a las redes sociales porque "en Galicia no teníamos trabajo hasta ahora". El orfebre hispalense explicó que se "trataba de hacerle a corona que cada uno de los fieles le gustaría que fuera. Por eso me vine aquí hace dos veranos y se le pregunté a la Virgen, y ella me contestó despacito". El creador de la corona de la Virgen de O Corpiño destacó que el éxito de la pieza que ayer todavía permanecía oculta se debió a "la generosidad de los devotos porque está hecha con el oro y las piedras preciosas donados por todos ellos". La novena corona realizada por Marmolejo está hecha a mano en oro de 18 quilates refundido y con aguamarinas, brillantes, rubíes, topacios, granates y las piedras extraídas de pendientes, brazaletes y anillos que fueron desmontados en Sevilla para poder llevar a cabo el trabajo. El artesano definió como "gallego" el diseño de la pieza, que incluye motivos vegetales, arquitectónicos, pétreos y del entorno del santuario de O Corpiño.