El Xurado de Expropiación valida los valores del Concello para la ampliación de la alameda

"Acabamos de conseguir uno de los proyectos más ambiciosos de los que se lleva hablando en A Estrada en los últimos 20 años. Cuando las generaciones futuras echen la vista atrás me queda la satisfacción de que nadie entendería que no hubiésemos adquirido la pieza de mayor valor urbanístico, patrimonial y, sobre todo, el mejor espacio para el uso y disfrute de los vecinos. Será un antes y un despúes en el diseño urbanístico de A Estrada". Es la conclusión a la que llegó el alcalde, José López Campos, en el día de dar a conocer la resolución del Xurado de Expropiacións de Galicia al recurso presentado por los propietarios en el proceso de expropiación de los terrenos para ampliar la alameda municipal hasta la calle Castelao. El Concello recibió las actas del acuerdo, que validan las valoraciones efectuadas por los técnicos municipales y, en consecuencia, la cantidad ya abonada por la administración local por esta superficie de 4.600 metros cuadrados. "La gran noticia es que valida de forma integral el proceso expropiatorio realizado por el Concello y, por tanto, no concede un solo céntimo de euro de diferencia con respecto a la valoración efectuada", resumió López.

El regidor reconoció que en el pleno celebrado hace unas semanas los dirigentes locales tuvieron la "sensación" de que el jurado de expropiaciones validaba "de forma importante" su proyecto expropiatorio. Esas buenas sensaciones tuvieron ayer su confirmación. Es más, la resolución del citado ente establece una valoración inferior por estos terrenos a la que le concedió el Concello, principalmente por una diferencia en el cálculo de la edificabilidad de estos terrenos. En base a ello, se estima que la administración local pagó incluso 111.000 euros de más por estas propiedades.

La fórmula

Para explicarlo, el alcalde explicó el procedimiento para establecer la valoración de esta superficie. Indicó que uno de los principales caballos de batalla del proceso fue saber qué edificabilidad le correspondía a la parcela expropiada. Se hizo a través del cálculo de un ámbito espacial homogéneo. Se cogieron las manzanas de edificación del entorno de los jardines municipales, se calculó la edificabilidad que estaba construida, los metros cuadrados de superficie y con esa fórmula matemática salía una edificabilidad concreta. En este caso, 3,21 metros cuadrados por metro cuadrado de construcción. Es decir, por cada metro cuadrado en superficie la edificabilidad se transformaba en 3,2 metros cuadrados edificables.

Otro factor importante fue el precio de repercusión del suelo. Recordó el mandatario que dentro de una edificación hay dos valores fundamentales: el coste constructivo -lo que cuesta construir el edificio- y el valor de repercusión que tiene la compra del solar. Aseguró que el proyecto expropiatorio del Concello realizó "un estudio muy meticuloso de los valores de mercado en el Concello de A Estrada", hasta obtener un precio expropiatorio de 113,57 euros metro cuadrado en superficie construida.

Con estos cálculos, y con la superficie de cada uno de los propietarios, el precio expropiatorio es sencillo de calcular: superficie multiplicada por valor del metro cuadrado y por la edificabilidad, más un 5% del valor que hay que aplicarle como premio de afección, según lo establecido en la ley de expropiación (al tratarse de un bien de interés general tiene un "premio" para cada uno de los propietarios). "Entendíamos que era un estudio perfectamente justificado; se hizo un gran trabajo técnico. Evidentemente esto no era un trabajo político, no lo hizo el gobierno, lo hicieron los técnicos municipales", valoró José López.

La horquilla

A partir de aquí, una vez presentado recurso por parte de los propietarios a estas valoraciones, el Xurado de Expropiación se tuvo que mover en la horquilla que delimita el valor fijado por el órgano expropiante -en este caso el Concello- y el valor que reclaman los propietarios expropiados..

No obstante, el alcalde apuntó que lo que sí se deriva de la resolución es una diferencia del jurado de expropiación en el cálculo de las edificabilidades. "En lugar de corresponder una edificabilidad a los propietarios de 3,21 metro cuadrado por metro cuadrado, establece una edificabilidad inferior: que le correspondería 2,63 metros cuadrados de edificabilidad por metro cuadrado", resumió el mandatario, para seguidamente añadir. "Eso hace que la valoración efectuada por el Concello esté en cifras superiores a lo que establece el propio jurado de expropiación". López explicó que la diferencia existente a la hora de calcular la edificabilidad estriba en que el Xurado de Expropiación incluye en el ámbito espacial homogéneo la propia parcela de la alameda.

En términos económicos esta diferencia se traduce, globalmente, en los 111.000 euros citados. De ellos, López Campos explicó que aproximadamente 83.000 euros se corresponderían con la propiedad de los herederos de Manuel Campos Paseiro. Detalló el gobierno que los propietarios reclamaron por esta superficie de 3.218,60 metros cuadrados 5.976.254 euros; el Concello estableció una valoración de 1.237.310 y el Xurado de Expropiación la cifra en 1.154.041.

Por la finca correspondiente a Dosemas, de 320 metros cuadrados, los datos facilitados ayer indican que se solicitaron 321.695 euros. La valoración municipal fue de 123.176 euros y el jurado la estimó en 122.828. Las arcas locales habrían abonado 348 euros más.

La propiedad de los herederos de María Hortensia González Cao son 327,60 metros cuadrados. Se apuntó que se reclamaban 232.130 euros, frente a los 125.473 que pagó el Concello y los 117.462 en los que el Xurado de Expropiacións de Galicia calcula su valor. Por tanto, se pagaron 8.000 euros más.

Finalmente, por los 805,20 metros de los herederos de José Castro Bouzón se solicitaban 809.204 euros. El Concello abonó por esta finca 308.674 y su valor se cuantificó en 288.707, de modo que el pago efectuado por la administración municipal excedió en casi 20.000 euros.

López Campos quiso ayer tener palabras de reconocimiento para la actitud mostrada durante todo este proceso por los propietarios afectados por la expropiación. "Fue un proceso amistoso", puntualizó el mandatario, que quiso poner en valor la "predisposición" que el Concello encontró en estos particulares, toda vez que comprendió perfectamente "que cada uno reclame lo que considere" por sus propiedades y, por tanto, el recurso al tribunal de justiprecio. El dirigente explicó que los afectados tendrían un plazo de un mes para presentar recurso potestativo contra la resolución que se dio a conocer ayer o de dos meses para un recurso contencioso.

"Satisfechos del deber cumplido y con el trabajo bien hecho", se declaró ayer López Campos, acompañado durante su comparencia por el edil de Urbanismo, Alberto Blanco. "La ampliación de la alameda será una realidad para siempre", continuó el alcalde, que no quiso dejar de apuntar a la "mácula de tristeza" que observa en este deseo cumplido por la actitud que aprecia en la oposición municipal. "Ya no es que no nos apoye", dijo el dirigente local, para seguidamente incidir en que esta "sembró dudas" sobre la viabilidad económica de la actuación.