La LAT Mesón do Vento-Lindoso que pasa por Merza cuenta con 24 casas a menos de 150 metros de distancia. Un estudio de Pablo Gil y Alejandro Úbeda, Ondas electromagnéticas y salud, indica que el campo magnético de una línea de 400 Kilovoltios, como la de Merza, comienza a ser, digamos, imperceptible, a partir de los 100 metros de distancia del eje. Apunta, también, que soterrar una línea eléctrica no disminuye el campo magnético, sino que simplemente lo redistribuye. Apunta, además, que la distancia mínima de seguridad entre la línea y un área habitada es de tan sólo 7,3 metros. Durante el gobierno bipartito de la Xunta y aprovechando las obras del Tren de Alta Velocidad, se iniciaron contactos con el Adif de cara a modificar el trazado y devolverlo al proyecto original. Pero el regreso del PP al poder autonómico frenó estos primeros pasos.