No es la primera vez que se sostiene que la industria de la madera y el mueble ha sido una actividad muy afectada por la crisis económica. Una investigación recogida en la revista científica Anales de Geografía de la Universidad Complutense de Madrid y firmada por el estradense Ángel Miramontes (doctor en Geología y representante en este estudio de la Universidad de Santiago de Compostela) y por Pilar Alonso (de la Universidad de Lleida) aborda cuál ha sido el comportamiento de la industria gallega del mueble durante la etapa de recesión económica. Del estudio, titulado Sistemas productivos locales en la industria del mueble en Galicia. Su situación ante la crisis, se puede concluir que en el caso de A Estrada las particularidades del sector le han permitido ofrecer una mejor respuesta ante esta tesitura, con una pérdida del 12% de las fábricas y un descenso del 17% de sus trabajadores durante el período más crítico de la crisis económica, llegando incluso algunas firmas a aumentar sus valores de producción.
Recoge esta investigación que desde el inicio de la crisis en 2008 hasta finales de 2012 el número de empresas de la madera y el mueble descendió en España un 18%, lo que se traduce en 6.616 empresas menos, el empleo en el sector habría experimentado un descenso del 46,5% y la cifra de negocio un 44%. Se añade que la fabricación de muebles fue la actividad más perjudicada, con la pérdida de 13.200 empleos.
En cuanto a Galicia, se apunta que la crisis también se dejó sentir sensiblemente en la industria de la madera y el mueble. Tras aludir a la pérdida de 717 millones de euros en facturación y 6.600 empleos directos -citan los datos de Confemadera en 2013-, estos investigadores centraron su análisis en cómo evolucionaron ante la crisis económica tres sistemas productivos locales ligados a la madera y el mueble: el de A Estrada, el de Sarria y el de Lourenzá. Explican que la elección de estos municipios obedece a su peso destacado "dentro de la industria del mueble de Galicia por el número de empresas, empleo o por volumen de facturación".
Se concreta que A Estrada hace años que fue definida por distintos trabajos como "el ejemplo de sistema productivo local más claro de Galicia basado en la industria transformadora de la madera y concretamente en la industria del mueble".
Aunque entre los tres casos sometidos a estudio hay importantes diferencias, estos investigadores señalan que una de las características que tienen en común estos tres municipios es que la actividad de las empresas no se centra en un producto en concreto, sino que tienen la capacidad de abarcar desde la producción estándar hasta la producción "a la carta", a demanda del cliente. "La no especialización en una tipología de producto concreto, así como la no implantación de la producción en serie total, les permite un mayor margen de maniobra a la hora de las fluctuaciones que se pueden encontrar dentro del mercado del sector del mueble local e internacional", explican.
Otro de los factores comunes a los tres municipios analizados sería que la totalidad de los empleados de las empresas de A Estrada, Sarria y Lourenzá de este sector son de estos tres municipios o de concellos colindantes, según se desprende de esta investigación. "A su vez, también se comprueba cómo la fidelidad de los empleados y los propietarios es levada, ya que un porcentaje elevado de las plantillas de personal posee trabajadores que llevan muchos años en las empresas", se añade.
Centrándose en cómo reaccionaron estos tres sistemas productivos locales vinculados a la industria del mueble en los años de la crisis comprendidos entre 2008 y 2013, estos investigadores señalan que comprobaron que presentaron un comportamiento que podrían definir de "normal", con la correspondiente pérdida de empresas, aunque no excesivamente acusada. "Podríamos decir que se han comportando, en cierta media, mejor", dicen. En el caso de A Estrada señalan que estos años de recesión económica supusieron la pérdida de un 12% del empresas de este sector. En relación al número de empleados, se recoge un descenso de 100 trabajadores de este sector -pasando de alrededor de 600 a unos 500 entre 2008 y 2013-, casi un 17% menos.
Poniendo la lupa en el caso de la bautizada como capital del mueble de Galicia, en la investigación de Ángel Miramontes y María Pilar Alonso se apunta que A Estrada, a pesar de haber visto cómo se cerraban algunas de sus fábricas de muebles -algunas como consecuencia de la crisis y por falta de trabaja y otras tras la jubilación de sus propietarios en un contexto en el que no encontraron personas interesadas en continuar con la actividad-, tuvo empresas que, en estos años de crisis, "han aumentado sus plantillas de trabajadores y su volumen de facturación gracias a su proceso de internacionalización".
En relación a este último aspecto, el estudio cita dos casos claros: la fábrica de muebles Martínez Otero y la empresa Corral y Couto. Destaca que en ambos casos se puso el acento en intentar conseguir obras en el extranjero, realizando trabajos en países como Holanda, Francia, Emiratos Árabes o Qatar. Equipamiento de hoteles y de establecimientos comerciales y otros espacios han permitido nuevos contratos para esta industria local. A juicio de estos investigadores, estos nuevos contratos y actividades "han permitido que el número de empleados de las industrias del mueble de A Estrada solo descendiese en un 17%" y que existan casos de empresas en fase de contratación y con capacidad para subcontratar a otras fábricas del municipio.
