Gobierno de Lalín y PP mantienen abierto un férreo debate sobre el modelo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que se aprobará para el próximo año. Mientras el ejecutivo garantiza que con su propuesta el 75% de los vecinos pagarán en 2016 menos de contribución por sus propiedades de naturaleza urbana, los populares se mantienen firmes a la hora de asegurar que el IBI bajará para los bienes de menor valor; es decir, para aquellos que supuestamente están en manos de ciudadanos con menor poder adquisitivo.

Para entender tanto uno como el otro posicionamiento es clave dejar claro que Lalín parte de unos valores catastrales realmente elevados, con un valor medio por inmueble de 48.715 euros. Si la tasación es alta, también lo será después el precio del recibo que cada ciudadano deberá pagar al año. Sirva como ejemplo el caso de A Estrada o Silleda, donde los valores catastrales medios de estas propiedades están en 28.056 y 17.530 euros respectivamente. En Pontevedra es de 38.967 euros y en Vigo es incluso menor; en concreto, de 35.300. Partiendo del principio de que los valores medios de los inmuebles en la capital dezana son elevados, ahora es cuando hay que aplicar a cada propiedad el tipo impositivo que estime oportuno, siempre respetando los mínimos y máximos autorizados por el Ministerio de Hacienda.

Así las cosas, el gobierno presidido por Rafael Cuiña elevará al pleno de este jueves una propuesta mediante la que el IBI de urbana quedará establecido en el 0,46% frente al 0,5 máximo en vigor. Cierto es dentro este tipo -0,5- estaban aquellas propiedades con valores más altos de una media común. Pero, según asegura el ejecutivo, la normativa del Gobierno Central impide para el próximo año establecer dos tipos impositivos distintos, de ahí que en este caso se haya pensado que con el 0,46 se beneficia a 3 de cada cuatro contribuyentes. Pero al margen de la decisión política de aprobar un tipo u otro, los gobiernos de turno deben cumplir con las férreas pautas del principio de estabilidad económica. ¿Qué quiere decir la normativa del ministerio dirigido por Cristóbal Montoro? Que en el balance de ingresos y gastos debe haber un equilibrio que, según el equipo de Cuiña, se rompería en caso de aceptar un IBI urbano con un 0,4%. Según las previsiones de recaudación y tomando también como referencia la liquidación de las cuentas del año pasado, con un tipo único como el que exige el PP Lalín tendría unos ingresos de algo más de 2,9 millones de euros de este tributo, mientras que con el 0,46 las transferencias serían de 3,3 millones. Es decir, una bajada al límite supondría prescindir de más de 440.000 euros. Con el 0,5% la previsión de ingresos sería de 3,6 millones de euros, casi la misma cantidad que la prevista en las cuentas del anterior grupo de gobierno para el año pasado.

La Alcaldía reitera que el descenso de la presión fiscal es posible por el ahorro de más de 400.000 euros con respecto al acuerdo del PP en la compra del Parking Europa. Por eso conmina a los populares a explicar qué cálculos habían hecho para bajar impuestos sin que peligrase el equilibrio financiero y partiendo de entrada con 400.000 euros menos en los presupuestos. Cuiña dice que no existen demasiadas alternativas y que el PP estaría atado y no podría bajar impuestos, como hará este gobierno, sin recortar en servicios básicos.