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Proponen sustituir taludes por muros de contención para reducir afecciones en Riobó

Vecinos y alcalde abogan por esta solución para que el ensanche del puente y la mejora del trazado afecte a menos accesos a viviendas y caminos - El replanteo final se hará el día 20

Proponen sustituir taludes por muros de contención para reducir afecciones en Riobó

La práctica totalidad de los propietarios afectados por la obra de la segunda fase de reforma del vial Liñares-Valboa en el tramo comprendido entre Riobó y Oca se dieron cita ayer en una visita a pie de campo que permitió efectuar un estudio pormenorizado de la ocupación real y las afecciones que se derivarán de los trabajos. Al estudiarlos "in situ", se pudo apreciar con claridad que los taludes proyectados para algunos tramos de entrada y salida al puente conllevan afecciones a accesos a viviendas y caminos que podrían evitarse construyendo muros de contención. De ahí que esta sea la solución por la que coincidieron en abogar vecinos y alcalde, según explicó al mediodía de ayer el propio regidor local José López Campos.

Este explicó que en su visita de ayer a la carretera, completó a pie con los vecinos concernidos todo el tramo Riobó-Oca que resultará afectado por las obras. En el encuentro del máximo mandatario local con los representantes vecinales y los responsables de la empresa Narom -adjudicataria de los trabajos- se efectuó ya un replanteo exacto de las actuaciones proyectadas y de sus afecciones reales, con las correspondientes cotas, teniendo en cuenta la difícil orografía. Se centraron especialmente en cuestiones relativas al trazado de los 400 metros anteriores y posteriores a la salida del puente así como a esta infraestructura. Son los puntos más conflictivos de la reforma de este tramo del vial.

Cambio de trazado

Y es que, según destacó el munícipe, no solo se hará una ampliación del puente y de la calzada para lograr su ensanche sino que, además, en algunos puntos se ejecutará, en la práctica, "un cambio de trazado". Aun así, explicó José López, "la colaboración y predisposición" por parte de los propietarios es "total y absoluta". El alcalde entiende que la administración también tiene que corresponderles. Por eso, aunque los vecinos plantearon ayer cuestiones concretas y puntuales como la importante diferencia de ocupación que supone realizar taludes -que exigen caídas más paulatinas y, por tanto, conllevan una mayor afección a caminos y accesos a viviendas- o construir muros de contención en algunos puntos concretos del trazado, López espera que haya una solución satisfactoria para todos. "Creo que se va a resolver", señaló.

Agregó que esas cuestiones se analizarán con detalle el próximo día 20 en el "replanteo de la obra" que harán empresa adjudicataria y Diputación. "Si hay visto bueno" a esas peticiones que plantean los vecinos, las obras darían comienzo la semana próxima con el inicio del gran movimiento de tierras que habrá que efectuar en esa zona.

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