El mes de agosto en la parroquia estradense de Codeseda es, tradicionalmente, sinónimo de problemas con el abastecimiento de agua. Sin embargo, las condiciones de este verano habían ayudado al depósito que surte esta traída de agua a aguantar el tirón. Pero la situación comenzó a complicarse el pasado 15 de agosto. Los niveles del suministro empezaron a bajar y a comienzos de esta semana ya se situaron bajo mínimos. En la tarde de ayer camiones del servicio municipal de Emergencias volvieron a la parroquia para nutrir el depósito.

Cada día personal del Concello inspecciona los depósitos municipales. El fin de semana del 15 de agosto el responsable local de Emergencias, Carlos Faílde, recibía el aviso de que comenzaban a detectarse problemas en Codeseda, aun cuando el abastecimiento de agua a los hogares estaba totalmente garantizado. Viendo el pasado martes que la cantidad de agua almacenada continuaba en descenso y se aproximaba a niveles preocupantes, se resolvió enviar a Codeseda seis camiones cisterna, rellenando al máximo el depósito. Fueron precisos 72.000 litros de agua.

En los últimos días la situación estuvo más o menos normalizada. No obstante, el Concello se decantó por volver ayer a rellenar el depósito para mantener el abastecimiento dentro de los límites habituales. La previsión era movilizar a la parroquia dos o tres camiones, esto es, entre 24.000 y 36.000 litros de agua.

Faílde precisó que en ningún momento llegó a estar el depósito vacío, de manera que en los hogares de Codeseda no pudieron detectarse los problemas de suministro. En esta línea, indicó que lo que se pretendió con este abastecimiento externo de estos días fue atajar la bajada del nivel de agua para que, precisamente, el servicio a los usuarios no se viese alterado.

Al ser preguntado por la situación en Codeseda, el primer teniente de alcalde y edil de Medio Ambiente y Medio Rural, Juan Constenla, trasladó su intención de acudir a esta parroquia durante la próxima semana para analizar sobre el terreno una posible solución a la constante escasez de agua durante los meses de verano. La idea es estudiar las opciones existentes para incrementar el caudal de agua que llega al depósito.

Constenla reconoció que en Codeseda confluyen dos problemas durante el verano: los manantiales, aunque no llegan a secarse, no logran mantener los niveles de abastecimiento en la época estival y el consumo de agua acostumbra a dispararse por estas fechas.

Es por ello que el Concello se plantea la realización de obras que posibiliten una mayor y mejor captación de agua, si bien este aspecto será valorado in situ con los vecinos y los técnicos durante la inminente visita a la parroquia. En todo caso, el edil responsable del citado departamento tampoco descartó que puedan verse necesarias algunas mejoras en el depósito para atajar posibles fugas, una cuestión que también se analizará en esta inspección.

El teniente de alcalde señaló que la de Codeseda es una de las traídas municipales más antiguas del ayuntamiento. Apuntó que, teniendo en cuenta que la falta de agua durante el verano es un problema que se arrastra desde hace años, se llegó a valorar la posibilidad de buscar una solución contando con la traída de agua del Umia, la nueva red de abastecimiento que nutre al casco urbano estradense. Sin embargo, afirmó que esta opción se ve demasiado complicada, ya que la captación que nutre a esta traída se encuentra en un nivel más bajo que el de Codeseda.

Aunque reconoce que la situación de este año, a causa de las condiciones climatológicas, no fue tan grave como durante el verano de 2013, el edil de Medio Ambiente aguardó que próximamente pueda darse con una solución de carácter definitivo para este abastecimiento, terminando con una problemática que se repite en los meses centrales del verano año tras año. No en vano, el pasado estío el depósito llegó a amanecer durante días consecutivos con solo 15 centímetros de agua, arrojando la necesidad de programar un suministro externo intenso. Cuatro o cinco camiones de 12.000 litros cada uno -entre 48.000 y 60.000 litros- se desplazaban en cada jornada para que del grifo siguiese brotando agua.