Un día como hoy, hace 80 años, Lalín daba ejemplo de pueblo patriótico rindiendo un caluroso homenaje a uno de sus hijos más destacados, Joaquín Loriga Taboada, inaugurando un espléndido monumento construido por el escultor Francisco Asorey.

Como todos recordarán, el capitán Loriga destacó por haber realizado el vuelo de España a Filipinas. Este vuelo, que había sido proyectado con anterioridad al realizado por Franco en el Plus Ultra, ofrecía la particularidad de que, después del efectuado por los americanos que dieron la vuelta al mundo, era el primero que se hacía en patrulla, sistema que multiplicaba las dificultades de la misión, que fue recibida con entusiasmo por toda la opinión española por la valentía que demostraron los aviadores, venciendo los diversos avatares del viaje.

Pocos días después de su muerte -el día 18 de julio de 1927- y posteriores funerales y enterramiento en la Iglesia parroquial de Losón, Gustavo Pedro Fernández, entusiasta lalinense, alma y vida para la construcción del monumento que dedicarían a Loriga, del que era amigo personal, con el que había vivido y volado (según informaba por aquel entonces L. Méndez Domínguez en las páginas de ABC afirmando que habían visitado juntos el Cerro de los Ángeles y al pasar por encima dijo el aviador a su amigo Gustavo: "Vamos a saludar al Sagrado Corazón"), decide que los fondos recaudados para la compra de una avioneta serían destinados a la construcción de un monumento que sirviese para perpetuar en la memoria de todos el trágico accidente que segó la vida del valiente piloto lalinense. Para la construcción de este monumento fueron varias las ciudades que aportaron cierta cantidad de dinero. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Vigo contribuyó con 250 pesetas, así como los ayuntamientos de Deza.

Hace 80 años, FARO daba cuenta del enorme despliegue de medios, autoridades y gentío que tomó las calles de Lalín, con motivo del acto inaugural del monumento a Loriga, del que ha tenido gran repercusión en otros medios gallegos y nacionales (ABC, La Vanguardia, etc.).

Los actos dieron comienzo por la mañana con la actuación de la Banda Municipal de Santiago y los Gaiteiros de Moneixas y los de San Román de Santiso. En la iglesia parroquial de Nosa Señora das Dores de Lalín, por la mañana, tuvo lugar una misa de funeral por el aviador, siendo el celebrante Santiago Fernández Sánchez, ecónomo de la parroquia de Santa Lucia de A Coruña. Entre las personalidades asistentes se encontraba Eliseo Loriga y Araceli Loriga Taboada (padre y hermana de Loriga); el que fuera su compañero de vuelo, el capitán Gallarza, acompañado del almirante Morales. Por la tarde llegó la viuda de Loriga acompañada por Antonio Taboada, tío político de la misma .

La inauguración tuvo lugar a las cinco de la tarde, ante una muchedumbre, según los medios consultados, de más de 10.000 personas que se agolpaban por delante del palco, situado a la izquierda de la estatua y desde donde pronunciaron los discursos 12 personalidades. Abrió el acto el Gobernador Civil de Pontevedra, Ángel del Castillo -en representación del presidente de la República-, dejando al descubierto la estatua y pronunciando las palabras: "¡Viva la República Española!", momento en el que 21 aviones militares y 2 avionetas civiles sobrevolaron sobre Lalín realizando vistosas acrobacias para admiración de todos los presentes.

Sin duda, Lalín reunió ese día a las más destacadas personalidades de la vida pública del país, entre ellos cabe destacar al presidente de la Diputación de Pontevedra, Jorge Quiroga; al decano de la Facultad de Derecho de Santiago, Cabeza de León; al secretario de la Universidad de Santiago, Arias Blanco; al coronel de Artillería, Torrado; el presidente del Tribunal Económico Administrativo Central, Enrique Vidal; el director de FARO, Manuel Otero Bárcena; alcalde de Cambados, Juan Vidal (el pueblo de Cambados estaba asociado al de Lalín para este homenaje), entre otros.

Los discursos fueron pronunciados en primer lugar por el alcalde de Lalín, Xesús Ferreiro Panadeiro, seguido del cura párroco, José María López. A continuación habló Gustavo Pedro Fernández, en calidad de amigo de Loriga y como miembro de la comisión que organizaba el acto; Isidro Millán, amigo personal de la familia Loriga; el diputado pontevedrés Ramón Salgado; Manuel Casas, abogado coruñés; el general de Brigada de Pontevedra, José Iglesias Martínez; el director de Aviación Militar y Civil, Pastor y el capitán, Álvarez Builla; el general jefe de la Octava División, Martínez Monje y el diputado Gómez Paracha, en representación del Club Aéreo.

Cerró el acto el gobernador civil de la provincia de Pontevedra, Ángel del Castillo, que comenzó su discurso con las siguientes palabras: "Vosotros, lalinenses, gente recia y varonil, como las montañas, que surcáis con nuestro arado, vosotros lalinenses, cuantos con vuestras manos encallecidas arrancáis a la tierra el fruto de vuestro honrado trabajo, o consagrados al estudio escudriñáis los espacios infinitos para penetrar en el secreto de otros mundos (?)" . El acto concluyó en los salones del Casino de Lalín, con un lunch.

Hoy, revivimos esta gran inauguración, contemplando una de las mejores obras escultóricas de Francisco Asorey y recordando que gracias a la voluntad de esas gentes recias de las montañas de Deza, fueron llevados a cabo proyecto importantes que, por su naturaleza, permanecerán en los tiempos, más allá de nuestra corta existencia.