El Ministerio de Fomento descarta la construcción del apeadero del Tren de Alta Velocidad (TAV) solicitado desde hace años por el gobierno lalinense para Botos. El elevado presupuesto de la obra -costaría entre 8 y 10 millones de euros- imposibilita que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) pueda hacer frente en estos momentos a este proyecto con el que el Concello pretendía que la capital dezana contase con una parada de la línea de alta velocidad para su conexión con Santiago y Ourense y, en el futuro, también hacia la meseta.

El alcalde, José Crespo, mantuvo hace ocho meses una reunión con el presidente de ADIF Enrique Verdeguer, en la que le presentó las características de la intervención, que fueron bien recibidas por el representante de Fomento una vez que le indicó con detalle las infraestructuras que se podrían aprovechar para minimizar el impacto económico de la inversión. Pero Fomento no es capaz de afrontar este desembolso económico y Lalín se quedará sin el ansiado apeadero de la línea a su paso por la parroquia de Botos. El mandatario comunicó a Verdeguer que para habilitar este servicio tan solo sería necesario construir una vía lateral para que pudiesen pasar los trenes, además de un refugio para pasajeros y una máquina dispensadora de billetes.

El propio alcalde había reconocido a finales de julio del año pasado que para la construcción del apeadero sería preciso construir una nueva catenaria de varios kilómetros y realizar un cambio de señalización, una vez que Botos cuenta con un Puesto de Adelantamiento de Trenes (PAET), que técnicamente sí podría habilitarse como un apeadero.

Del máximo de los 10 millones de euros a los que podría ascender la inversión, unos seis son necesarios para los cambios de señales de un lado al otro y la construcción de la vía férrea de un kilómetro de distancia, aunque lo idóneo es que fuese de dos. Si inicialmente ADIF en la etapa del gobierno socialista en Madrid indicó que la propuesta del gobierno local era imposible su ejecución desde el punto de vista técnico, luego Crespo anunció que el órgano dependiente de Fomento había respaldado el proyecto.

El ministerio, durante el estudio de la propuesta del apeadero del TAV en Botos, ya advirtió al mandatario de la necesidad de que hubiese un servicio de transporte público hasta la estación, al margen de que los taxistas pudiesen asumir parte del traslado de los pasajeros hasta el apeadero situado a unos 5 kilómetros del casco urbano.

La escasa rentabilidad de la estación en relación con la potente inversión puede ser otro de los argumentos del ADIF para rechazar una propuesta que, en su momento plantearon numerosos municipios y ciudades españolas. Inicialmente Fomento ya avisó de que los PAET se crean para atender emergencias.