La futura apertura del Museo da Minería de Fontao cambiará en gran medida la vida en el antiguo poblado minero, habitado ahora por unos 160 vecinos. Sus moradores lo saben, lo respetan y lo apoyan. El propio alcalde cruceño, Jesús Otero, les invita a que tengan un papel destacado en su desarrollo. Manuel Tato preside la asociación vecinal Minas da Brea desde hace medio año y asegura que la iniciativa les reportará más ventajas que inconvenientes. Él representa a los 75 socios que integran el colectivo.

-El día en que se formalizó la cesión del legado de Hilgen al Museo da Minería el alcalde apostó por vincular a los vecinos de Fontao con el museo. ¿Qué papel tendrán?

-De momento aportamos la exposición Fontao na Retina, que está colocada en la entrada del edificio del auditorio. La hizo la asociación de vecinos a través de lo que fuimos recuperando. También cedimos al museo material de iluminación: Unas barras y unos focos. Es una exposición que ya teníamos abierta en el anterior local social. La verdad es que la relación con Diego [Casal], el director, es muy buena, y también con el Concello.

-Buscan gente para atender las instalaciones. ¿Le gustaría a los vecinos desempeñar esa labor?

-Estaría bien, pero eso creo que tiene que salir a concurso. La asociación pidió que se contratase a alguien de aquí que esté en el paro, pero no depende del Concello. Van a abrir una cafetería, pero su explotación también saldrá a concurso.

-¿Qué dimensión cree que acabará teniendo el museo?

-Va a ser muy importante. La verdad es que con todo lo que están haciendo, cualquier persona que venga al centro de Galicia va a pasar por aquí, seguro. Esto tiene mucho que ofrecer. Hay mucho más que ofrecer aquí que en otros sitios que se están promocionando. Personalmente estuve estos días en Asturias y lo que tenemos aquí no tiene nada que envidiarle ¿Qué a largo plazo puedan recuperar todo el complejo minero, como pretenden? Eso va a ser más complicado.

-El Concello acaba de cederles una de las estancias del museo para que la utilicen como local. ¿A qué le gustaría destinarlo? ¿Qué actividades tienen en mente?

-El local es para todos los vecinos, que no es lo mismo que todos los socios. Las llaves las custodia la asociación, pero el local es para todos. Queremos abrir nuestra biblioteca. Tenemos más de 2.000 libros conseguidos con la anterior directiva y buscamos más. Queremos poner allí juegos para toda la gente, hechos por Cedric Bouchard. También pensamos en habilitar el espacio para que los niños puedan ir allí a hacer juntos los deberes. Estamos esperando por las estanterías, a ver si nos las da el Concello. También haremos cursos de costura, de cocina y de audiovisual. Además, dejamos la puerta abierta a cualquier vecino que quiera impartir algún curso él mismo; y estamos a la espera de recibir noticias de la subvención que pedimos al programa Grundtiv de formación para adultos e intercambio con la República Checa y Polonia

-¿Siguen con el proyecto de la huerta ecológica comunitaria?

-Lo estamos mirando, pero tenemos que conseguir un terreno. Se propuso a los socios el campo de fútbol, pero lo quieren mantener como tal.

-¿Cuáles son las necesidades del poblado?

-Esto mejoró mucho últimamente, sobre todo desde que se empezó con lo del museo. Ahora los jardines están muy cuidados, vienen con mucha más frecuencia a arreglarlos. Se pidió un pequeño paso en un muro para los del bloque número 1. Está aprobado y lo hay que hacer. Se solicitaron también unas plazas de bicicleta y aún están sin poner, y que se retirasen un par de postes de acceso al poblado, que siguen ahí.

-¿Cómo van los preparativos, de su festividad, Santa Bárbara?

-Estamos trabajando en ello. Tendremos un grupo local, me imagino, y pondremos un DJ. Será el 6 de diciembre.