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HISTORIA

Crónica triste de Versalles gallego

Juan Fernández incluye en "Las otras historias del Pazo de Oca" el relato de un trágico suceso en 1934

Crónica triste de Versalles gallegoLuismy

"Pasaron casi tres generaciones de vecinos desde aquella tragedia. Solo algunas personas mayores de ochenta años tienen un recuerdo muy confuso de este suceso y todos los nacidos con posterioridad recuerdan lo que le contaban sus mayores. Pero curiosamente quedó fijada en la memoria colectiva de esta comarca una idea obsesiva: en todas las casas donde se pueda producir una aglomeración de personas por motivos de fiesta o dolor procuran reforzar la resistencia del piso, no vaya a pasar como en el pazo…" . Estas palabras constituyen un extracto del trabajo que el investigador Juan Fernández Casal incorpora, bajo el título Las otras historias del Pazo de Oca, al último número de la revista del Museo Manuel Reimóndez Portela, A Estrada, Miscelánea histórica e cultural. A través de estas páginas, el autor conjuga fuentes orales, bibliográficas y periodísticas para hilar un relato que refresca unos hechos para muchos estradenses totalmente desconocidos, para otros casi olvidados y que unos pocos conservan grabados en su memoria por haber tenido ocasión de vivirlos. La historia que ocupa el papel protagonista en este artículo es la del multitudinario accidente ocurrido en el apodado como "Versalles gallego" en el año 1934.

Las crónicas de los diarios de la época, una de las fuentes que también empleó Fernández Casal, dan cuenta de lo sucedido. Ocurrió el 5 de agosto de 1934. Una dolorosa catástrofe en el palacio de Oca, tituló a cinco columnas FARO DE VIGO, que sintetizaba también desde su portada: Durante un "lunch" en honor de los miembros del Congreso de Ciencias, se hundió el piso y resultaron un muerto y 48 heridos, algunos de ellos de gravedad. De toda Galicia se reciben en Santiago testimonios de pésame por tan lamentable desgracia. En Vigo se suspendieron las fiestas, por dos días, en señal de duelo.

El investigador Juan Fernández vive a 150 metros del Pazo de Oca. En la jornada de ayer reconoció que ya conocía muchos detalles de la historia de esta noble construcción, uno de los emblemas del municipio estradense. Para recuperar y dejar constancia escrita de algunas historias menos conocidas, caso del citado accidente, recogió el testimonio de hombres y mujeres del entorno del palacio, tanto personas que, por su edad, pudieron vivir algunos de esos momentos, como las declaraciones de gente que conoce lo ocurrido por lo que le contaron sus padres y abuelos.

Además de contar con fuentes bibliográficas, el autor de este artículo reconoce que le llamó la atención la información que pudo obtener en las hemerotecas, subrayando la meticulosidad con que las crónicas periodísticas de la época recogían el suceso, llegando a emular en algunos casos casi partes médicos y permitiendo al lector recrear con gran facilidad lo sucedido.

Congreso de ciencias

Tomando como referencia desde este punto el artículo de este autor y las crónicas del fatídico suceso, cabe comenzar apuntando que desde comienzos del siglo XX se celebraba con una periodicidad anual el denominado Congreso Internacional para el Progreso de las Ciencias. Después de su celebración en Alemania, en agosto de 1934 sería la universidad compostelana la encargada de organizar este encuentro de sabios. Aquel domingo estaba prevista una excursión a los pazos de Santa Cruz de Ribadulla y al de Oca. Y a Oca fueron desde la noble Compostela, los congresistas. Y en aquella mansión magnífica se produjo por permisión de los malos hados el lamentable y doloroso suceso, recoge la crónica de FARO en su edición del martes 7 de agosto de 1934.

Fernández relata en su trabajo que aproximadamente 200 congresistas llegaron al emblemático palacio estradense. En él se celebró un "lunch", como recogen los periódicos, para recibir a los visitantes. Al parecer, en un principio los organizadores colocaran las mesas en el paseo de tilos, en el entorno del idílico jardín del pazo._Sin embargo, la lluvia hizo que se guareciesen en el interior de la construcción, "concretamente en el salón de la torre del homenaje". "El piso de este espacioso salón –narra el trabajo de l investigador– para un uso normal y corriente, tenía suficiente resistencia, pero debemos suponer que las tablas, pontones y vigas serían las primitivas de la construcción del siglo XVIII; maderas que con el paso del tiempo vienen a perder resistencia, especialmente en este clima húmedo de Galicia, donde son banquete exquisito para los xilófagos; pisos que no indicaban, como ahora es obligatorio, carga máxima".

Se recoge también que el anfitrión advertía que no se juntasen tantas personas en el salón por cuestiones de seguridad. Sin embargo, en aquel momento se concentraban en él más de cien personas. El piso no soportó tanto peso y se desplomó. Entre los trozos de madera y de hierro, caen casi un centenar de personas, publicó FARO. Pronto la serenidad dominó al espanto y de entre los escombros empezaron a ser retirados cuerpos heridos. Y la congoja, la aflicción, ante las personas que eran sacadas de entre las tablas rotas y los trozos de cascote, se adueñaron de un ambiente que poco antes era de alegría y de contento unánime, sigue su crónica.

Entre los congresistas que en ese momento se encontraban visitando los jardines había varios médicos, a los que le toca hacerse cargo de la situación en primera instancia. Los autobuses que habían llevado a los asistentes hasta Oca se utilizaron como improvisadas ambulancias, las sábanas hicieron de vendas, los vecinos acudieron a echar una mano con los heridos y las farmacias próximas agotaron existencias de material sanitario para las primeras curas. El testimonio oral de personas que hoy día cuentan 90 años recogido por Juan Fernández recuerda que el ruido de la caída fue tan fuerte que los vecinos llegaron a creer que había sido una bomba.

En el trágico suceso hubo 48 heridos, algunos de ellos de gravedad, y una congresista fallecida. Los funerales se celebraron en Santiago. Los telegramas y comunicaciones que también recoge la prensa de la época dan muestra de la conmoción que esta tragedia causó en los estamentos culturales, políticos y sociales del país.

Otras historias

La de esta tragedia no es la única historia que en relación al Pazo de Oca recoge Juan Fernández Casal en el último volumen de Miscelánea. El autor dedica también varias páginas al rodaje de diversas películas famosas en el entorno del Pazo de Oca. Cita entre ellas Camino de Santiago, La casa de Troya, Los Pazos de Ulloa, Juan y Junior en un mundo diferente, Sonatas o las grabaciones de la próxima película de Almodóvar, La piel que habito. Alude también a la fiesta del_Sagrado Corazón, a la Virgen de As Neves, a la imagen de San Sebastián o a la agricultura del pazo.

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