El IX Festival Folk de Callobre se cierra con una afluencia de 2.500 visitantes

Silvia Pampín / A ESTRADA

La Asociación Cultural Regatos, organizadora del IX Folk de Raíz de Callobre, cifró ayer en 2.500 personas la afluencia a las dos jornadas del festival. El viernes se registró un mayor volumen de público, que en la noche del sábado decayó en parte por el intenso frío y en parte por la coincidencia del certamen con el tradicional festival de Cultura Quente en la vecina localidad de Caldas de Reis.

A pesar de que, a falta de la lluvia de ediciones anteriores, el frío puso la nota discordante en la noche del sábado, los grupos O Regato de Matamulleres, Briganthya y Serralhe-aí se encargaron de caldear el ambiente. Llegaron, tocaron y convencieron con sus particulares interpretaciones de música de raíz.

Así, O Regato de Matamulleres abrió su actuación al filo de las 23.00 horas con el "Vals para Silvia", compuesto por José Tato para su hija. En el repertorio del grupo estradense tampoco podía faltar el "Pasodoble de Callobre", que ya se ha convertido en todo un clásico. Asimismo, la formación interpretó piezas de Treixadura, Durindaina y otras cantadas por José Tato, Manolo Barros, María Corral, Manolo Mariño y Martín Dono. El grupo pudo percibir el incondicional apoyo de su público.

Briganthya ofreció un repertorio de música de raíz de Euskadi con instrumentos tradicionales vascos y Serralle-aí -que ya había participado en la primera edición del festival- demostró su saber hacer en música de raíz.

El bus y la acampada se consolidan

La última edición del festival también evidenció la consolidación del servicio de bus desde A Farola,hasta la sede del certamen y de la zona de acampada. El "pulpeiro" hizo su agosto y los puestos de artesanía mostraron instrumentos tradicionales y joyas de plata y cuero. Tras los conciertos del sábado, arrancó en Callobre una foliada que se prolongó hasta las 7.30 horas. Los participantes saludaron el nuevo día con un desayuno en el restaurante de la gasolinera de Lagartóns.