Mañana se cumplen tres años del asesinato de Santiago Mondragón y Víctor González Silva en una pista forestal de Dornelas (Silleda), crimen del que están acusados José Ramón Rey Docampo, de Silleda; Juan José Bértolo, de Forcarei; y Carlos Montoto Sanmartín, natural de Trasdeza con domicilio en A Estrada. Los tres están en la cárcel de A Lama desde el 30 de mayo de 2005; el año pasado la entonces titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Lalín, Rosa García, decretó la prórroga de la prisión provisional durante dos años más. De este modo, en 2009 los acusados cumplirán el plazo máximo de prisión a la espera de celebración de juicio por lo que, si éste no se celebra en los próximos doce meses, podrían salir en libertad.

Las defensas resaltan la lentitud de todo el proceso, que aún está pendiente de que se resuelva el cotejo de los restos de ADN hallados en dos guantes con las muestras de saliva de los arrestados para que el caso pase a la Audiencia Provincial de Pontevedra. Las dos manoplas de látex azul se encontraron, junto a otro par, en la pista de Bascuas, próximas a los dos cadáveres, y se remitieron en diciembre de 2006 al departamento de Biología de la Guardia Civil en Madrid para su análisis. En junio de 2007 esta sección notifica que en los guantes se han encontrado dos perfiles diferentes de ADN de varón. Para contrastarlo, cuatro meses después se toman muestras de saliva, en los juzgados lalinenses, a Montoto y Bértolo -Docampo se negó, ya que se le habían tomado muestras cuando fue detenido-.

Desde entonces y hasta la fecha, desde el Juzgado Número 1 de Lalín, ahora bajo la tutela de Ana Belén González, se le han enviado a la Policía Científica dos recordatorios para que se conozca a quién pertenecen las huellas de los guantes.

Nuevas pruebas

"La vista en la Audiencia Provincial podía estar ya fijada", apunta la defensa de Bértolo, Javier Gamero, quien anuncia que una vez que se celebre ésta pedirá pruebas complementarias, denegadas anteriormente, y que consisten en el testimonio de personas que el 26 de mayo estuvieron en el taller de Bértolo entre las 18.00 y las 21.00 horas, cuando acaeció el crimen. Gamero no solicitará, sin embargo, que su cliente declare de nuevo ante la jueza, ya que ésta denegó la posibilidad de hacerlo ante la Guardia Civil. "Ha sido el único que no ha variado su declaración, y en éste caso iba a aportar tan sólo detalles", explica.