El Sindicato Ferroviario (S.F.) estima que el desmantelamiento de personal que sufre en los dos últimos años la estación de Botos se debe, en parte, al papel del Concello de Lalín. "O colectivo loitou por manter aquí persoal de forma permanente, pero nin o Adif nin o concello lalinense o ven así", afirma el representante sindical, José Carlos Costoya. Según indica, las negociaciones para mantener la plantilla de cuatro personas en Botos duran en torno a los dos años, en los cuales también hubo una reunión con el alcalde Xosé Crespo "no que lle propuxemos medidas como activar o cargadeiro de mercadorías, posto que había algunha empresa interesada en instalarse no polígono de Botos e que precisaría deste servizo".

De igual modo, Costoya cree que desde el gobierno local tendría que haberse puesto en marcha una linea de microbuses que conectase el casco urbano de la villa con la parada ferroviaria y en combinación con la llegada de trenes, "da mesma maneira que se mantiveron contactos para que os trens de longo percorrido parasen en Lalín se o concello subvencionaba un determinado número de billetes no Talgo". Al final, estas propuestas no llegaron a realizarse, por lo que la estampa actual es la de una estación sin apenas viajeros y con uno o dos agentes que trabajan en turno de mañana o de tarde, "e que están pendentes de que se regule a situación desta parada mediante un sistema itinerante na liña Santiago-Ourense", señala Costoya. El miembro del S.F. reconoce también la dejadez del Adif, "que tamén podía subvencionar este tipo de viaxes non rentables, xa que Lalín está nun eixo importante en canto a economía e desenvolvemento".

En cuanto a la continuidad de la parada -en la actualidad once trenes mantienen ésta en Botos- desde el S.F. se ignora si continuará operativa o si, a la larga, seguirá el mismo ejemplo de las otras dos estaciones en Deza, Abades y Taboada.