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Remar en familia

Raquel Rodríguez, que acaba de quedar tercera en el Campeonato Gallego, estrena entrenador: su hijo Álex Castro

Remar en familia

Año de cambios para Raquel Rodríguez. La palista pontevedresa, que acaba de lograr un meritorio tercer puesto en C1 en el Campeonato Gallego de Invierno, piensa ya en el primer Campeonato de España de la temporada, que se disputará en Sevilla los días 14 y 15 de marzo, pero no se pone objetivos concretos porque un ascenso profesional, y su correspondiente adaptación a este nuevo puesto de mayor responsabilidad, le va a impedir entrenar todo lo que le gustaría. "Estoy compaginando todo como puedo y al Campeonato Gallego no iba con muchas expectativas, así que el tercer puesto me sorprendió positivamente y el siguiente objetivo es estar en Sevilla", reconoció la piragüista, que tiene previsto participar este fin de semana en un control de 2.000 metros en Castrelo de Miño (Ourense), también con vistas al torneo nacional.

La casualidad ha hecho que otro de los cambios que experimenta Raquel esta temporada sea que su hijo Alexandre Castro, de 21 años, es su nuevo entrenador. "Está estudiando el último año de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, está ya con las prácticas. Le propusieron en nuestro club, el Piragüismo Portonovo, si quería ser entrenador para júnior y sénior y aceptó, así que ahora está de entrenador de todo el equipo, entre ellos yo", explica la palista, que añadió que "mi hijo dejó de remar hace un año, la temporada pasada ya no remó. Estuvimos entrenando juntos mucho tiempo en el Centro de Tecnificación. Cuando él era pequeñito era yo la que lo entrenaba a él, porque estaba ayudando en el club, y ahora se ha dado la vuelta a la tortilla".

Pero la relación personal entre Raquel y Álex queda al margen cuando están entrenando. "No me perdona ni una. Da igual la cara de pena que le pongas en los entrenamientos, tenemos que hacer todo lo que nos manda a rajatabla", bromea ella, al tiempo que reconoce que la forma de trabajar de su hijo le está "sorprendiendo positivamente. Al principio dudaba por si era muy joven para este trabajo, pero lo está haciendo muy bien, todo el equipo está bastante contento con él. Nos da charlas, está muy pendiente de todo el mundo y utiliza métodos innovadores, algo que a veces nos faltaba, porque estábamos acostumbrados a hacer un poco lo mismo o de la misma forma, y él aprovecha lo que está aprendiendo de su carrera y nos mantiene con las ganas de probar y la curiosidad por hacer cosas nuevas".

Balance positivo

La temporada comenzó para Raquel Rodríguez el pasado fin de semana con el Campeonato Gallo, "un punto de partida para ver cómo estamos todos, porque sirve a los clubes como un primer filtro de cara al Campeonato de España". Por ahora, su balance es "positivo", pues tiene en cuenta que desde que volvió de China de participar en el Mundial no ha entrenado tanto ni al ritmo que le gustaría.

En el torneo intercontinental, la pontevedresa, de 45 años, acabó décima en maratón y decimotercera en short-race. "Esperaba hacerlo mejor, pero llegamos allí, tuve que competir con un barco que no era el mío, no me encontré cómoda ya desde el principio y no me salió tan bien como quisiera, porque contaba con estar entre las siete primeras", reconoce con exigencia. Raquel tuvo que competir con el barco de Diego Romero, que debe ser unas dos tallas más grande que el que utiliza ella habitualmente. "Cuando me clasifiqué para ir, el contenedor de embarcaciones que se iba para China ya estaba enviado y en agosto no nos dieron la opción de mandar los barcos", explica.

Ahora piensa en el Campeonato de España, pero todavía no se plantea objetivos porque donde mejor rinde es en largas distancias, y esta primera cita nacional se disputará sobre 5.000 metros.A medida que avance la temporada se irá probando y según sus sensaciones se fijará objetivos que, seguro, serán ambiciosos.

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