Para los estudiantes todavía no ha comenzado la época de exámenes, pero para el Pontevedra sí. Después de haber cosechado dos derrotas consecutivas en los dos últimos partidos (1-5 contra el Atlético de Madrid B y 2-1 contra el Real Madrid Castilla), el cuadro granate se presenta esta tarde ante su primera reválida del curso. Será otro filial, y también madrileño, el Getafe B, el que ponga a prueba los nervios, la veteranía y la solidez del equipo de Luismi, cuya continuidad en el banquillo dependerá en gran parte del resultado (y las sensaciones) de este encuentro.

Además, el Getafe B llega a Pasarón con el cartel de colista, algo que genera un poco más de presión en el vestuario del Pontevedra, ya que un tropiezo contra el último clasificado, y en casa, sí que haría saltar todas las alarmas, después de un comienzo de liga muy irregular en el que se han ido encendiendo poco a poco algunas alertas.

Luismi quiere alejar a su plantilla de la presión, consciente de que la única forma de trabajar en condiciones es con tranquilidad. En el vestuario se cierran filas y se hace piña en torno al cuerpo técnico, con la intención de reconducir la dinámica del equipo en la clasificación, en la que es decimotercero, solo dos puntos por encima de la zona de descenso. Y es que, al fin y al cabo, solo se han disputado ocho jornadas de liga, aún es pronto y hay tiempo para encarrilar la situación.

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El entrenador vigués no ha querido calificar el partido de esta tarde de "final", pero sí que es consciente de que un mal resultado podría ser decisivo para su futuro y el de parte del equipo. De ahí que le dé más rabia no poder sentarse en el banquillo por sanción, la primera que sufre como técnico. Luismi tendrá que ver el encuentro desde la grada y no podrá comunicarse con su cuerpo técnico.

En cuanto al once titular, el míster vigués siempre hace algún cambio y en esta ocasión podría estar obligado a prescindir de Nacho López, que arrastra molestias en el abductor. Es la única duda, junto a las bajas seguras de Javi López y Campillo.

Luismi comentó tras el entrenamiento del viernes que retocará algunas cosas del equipo, "algunos matices", para pulir detalles, corregir errores y mejorar el rendimiento sobre un césped de Pasarón que podría presentar unas condiciones muy malas tras las lluvias de este fin de semana. El centro del campo y los laterales están siendo los quebraderos de cabeza del técnico esta temporada, de ahí que esos puestos sean los más susceptibles para sufrir un reajuste esta tarde.