El Teucro viaja a Cuenca en busca de la primera victoria a domicilio

Primera final de Teucro de las dos que tendrán en siete días. Los de Quique Domínguez se miden hoy a partir de las 20.30 horas al GoblalCaja Ciudad Encantada, con las cámaras de Movistar+ como testigo.

El equipo pontevedrés buscará nuevamente conseguir traerse de vuelta esos dos puntos que de momento se le siguen resistiendo cada vez que pisan suelo no visitante. El equipo ya está en Cuenca y llega concienciado de lo que se va a encontrar, un rival enrabietado por las críticas recibidas fruto de sus dos últimas derrotas y a un pabellón muy ruidoso que tratará de llevar en volandas a los suyos conscientes de la importancia de este encuentro. Ambas escuadras llegan igualadas a once puntos y muy cerca de las posiciones de descenso directo, por lo que una victoria se antoja vital para comenzar a tener confianza para lograr esa ansiada permanencia.

Para este encuentro Quique Domínguez no podrá contra con el pivote argentino Gonzalo Carró, sancionado tras la expulsión del pasado viernes ante GO FIT por lo que el equipo debe reestructurar su linea defensiva para suplir a un hombre importante atrás como es Chalo. Llegan molestias, pero todo parece inidicar que están preparados para jugar David Chapela y Pichel mientras que Amérigo vuelve tras su ausencia ante el Sinfin.

El encuentro fuera de casa ante Ciudad Encantada es, si atendemos a la clasificación, el más asequible de todos cuantos le restan a los "guerreros azules" hasta fin de campaña ya que por delante les quedan salidas de menos dificultad como la de Puerto Sagunto dentro de dos semanas con otras de dificultad extrema como León, La Rioja, Pamplona o Cangas.

Una victoria supondría poner dos puntos de por media con un Ciudad Encantada al que ya vencieron en el Pabellón Municipal e incluso cuatro con la zona de descenso si Puente Genil no logra vencer en casa al Benidorm. En caso de resultado adverso, los lerezanos deberán jugársela la semana que viene ante el propio Ángel Ximénez Puente Genil, sabiendo que una derrota podría resultar fatal.