Ayer cayó una tormenta en el Pepe Barrera en forma de goles en los primeros minutos. A diferencia del último encuentro en Pasarón, donde el Pontevedra se puso por delante en el primer minuto, el mal inicio contra el Ribadeo fue determinante en el partido. "Nos pesó mucho el mal comienzo", afirmaba ayer el entrenador granate, Manu Fernández.

"Fue más complicado de lo esperado, porque salimos mal", comentó el entrenador. "Tuvimos problemas de concentración, no es tanto un problema del trabajo del día a día, pero sí debemos tener cuidado cuando los rivales son más agresivos", añadía.

Los granates perdieron "sin excusa", pero Manu Fernández saca importancia al tema. "Nos fastidia perder, como cualquier día, pero ahora no es momento para preocuparse por la clasificación, ya habrá momentos en los que podamos recuperar".

De los primeros treinta minutos de juego indicó que "no son para olvidar, sino para aprender". Eso sí, la parte positiva fue que el equipo supo reaccionar. "Con 3-0 fuimos mejores", declaró, al tiempo que mantenía que con los cambios habían mejorado mucho.

"Teníamos que arriesgar, nos daba igual perder 3-2 que 5-2, pero había que ir a por el partido", indicó. Y realmente estuvo cerca del empate con el mano a mano de Jorge o la ocasión de Benja en los minutos finales. "Tuvimos infinidad de ocasiones, pero tuvimos uno de esos días en los que no sale nada".

Pese a todo, pide tranquilidad. "No dábamos importancia a que nos dieran por favoritos, pero hay que saber que en este equipo hay que salir siempre a ganar" concluyó.