Balonmano - Liga Sacyr Asobal

El tres en uno del Frigoríficos

Santi López, en la zona de trabajo de su piso junto a un balón de balonmano. |  // GONZALO NÚÑEZ

Santi López, en la zona de trabajo de su piso junto a un balón de balonmano. | // GONZALO NÚÑEZ / César Collarte

El autobús –o en su defecto las furgonetas– del Frigoríficos del Morrazo regresa a Cangas después de haber jugado en Huesca, Irún, Cuenca, o en cualquier otro lugar de la geografía española de la Liga Sacyr Asobal. El silencio impera y todas las luces están apagadas. ¿Todas? No, como si de la aldea gala de Astérix y Obélix se tratase, hay un lugar que resiste al cansancio post-partido y donde la actividad es frenética. Su ocupante no es otro que Santi López, que ha sido capaz de compatibilizar de forma brillante el balonmano con sus estudios y su trabajo como investigador postgrado.

Un grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales y dos másteres, uno en Ingeniería Industrial y otro de Ciencia y Tecnología Nuclear adornan el expediente de uno de los elementos diferenciales de la defensa del Frigoríficos del Morrazo. A sus 25 años Santi López es el ejemplo vivo de cómo combinar el deporte con la vida estudiantil y laboral, en un encaje de bolillos al que está acostumbrado desde hace mucho tiempo. “No te voy a decir que es fácil, pero desde el colegio compaginaba los estudios con el balonmano, judo e inglés, y al ir creciendo el balonmano con la universidad y ahora el balonmano con la universidad y el trabajo”, señala el jugador madrileño, que no desperdicia ni un minuto de los desplazamientos. “En avión me cuesta un poco más, pero en el autobús siempre estoy haciendo cosas”, en una tarea que cuenta con la complicidad de sus compañeros. “Tengo miedo de molestar a los demás, pero pregunto y en general no hay ningún problema”, apunta. Eso sí, subraya que “siempre he tenido claro que lo más importante eran los estudios, y el resto estaba supeditado a ellos”.

El jugador del Cangas trabajando en un viaje en autobús. |  // FDV

El jugador del Cangas trabajando en un viaje en autobús. | // FDV / César Collarte

Esa escala de prioridades ha tenido una clara influencia en su más o menos tardía llegada a la élite. López fue uno de los integrantes de la selección española júnior que se proclamó campeona del mundo en 2017, en un equipo en el que estaban Chema Márquez, Aleix Gómez, Ledo, Odriozola, Daniel Dushebaiev, Rubén Río o David Fernández, entre otros. Su opción entonces fue mantenerse en el Alcobendas, “el club que me dio la oportunidad de estar en juveniles y entrar en la dinámica del sénior en una División de Honor Plata muy exigente. Allí podía ir creciendo, con gente que confiaba en mí, como Álex Mozas [entrenador del Torrelavega] y el equipo iba hacia arriba, con el ascenso a Asobal”. Después de un año en la máxima categoría los madrileños bajaron. “Es el club de tu vida y quieres volver a subir. Además estaba en el último año del máster y no había manera de gestionarlo fuera de Madrid”, señala.

Santi López compagina el balonmano con sus estudios y su trabajo de investigador en el campo de los láseres

En esas llegó la llamada de Nacho Moyano para el Cangas (la segunda, ya que una temporada antes había intentado su fichaje). “Era el año ideal para irse. Conocía a Nacho de enfrentarme a él desde infantiles. Te llama una vez, vuelve a llamarte, y eso significa que apuesta por ti”, afirma.

A O Gatañal se trajo deberes, un trabajo de fin de máster que entregó hace semana y media y una tesis doctoral en la Universidad Politécnica de Madrid en la que está inmerso como investigador postgrado y remunerado por ello. De ese “Estudio de amplificación de armónicos de alto orden con momento angular orbital en plasmas de kripton” habla con la misma pasión que pone sobre la pista. “Es una propiedad nueva de la luz descubierta en 1992 y vemos lo que le ocurre cuando atraviesa un plasma”, relata. Las aplicaciones de esta línea de investigación son múltiples, en biomedicina o telecomunicaciones, entre otros campos. Y aquí existe una relación con la segunda parte de su trabajo los láseres en nitrógeno atmosférico. “Se trataría de crear un plasma pequeño en la atmósfera para enviar un láser y esa señal amplificada que vuelve me da información sobre lo que encuentra en la atmósfera a su paso”, explica.

Santi López escribe una fórmula en la pizarra con la que trabaja en casa.

Santi López escribe una fórmula en la pizarra con la que trabaja en casa. / GONZALO NUÑEZ

Otro tipo de atmósfera –pero igualmente satisfactoria para él– es la que se encontró en el Frigoríficos del Morrazo. “Yéndome del Alcobendas perdía un gran vestuario. Lo echo de menos, pero el de aquí es una maravilla para todo, para entrenar duro y para las celebraciones. Es algo que valoro enormemente”, afirma. Esa fácil integración la extiende al resto de apartados. “Me siento superarropado, por el equipo, el entrenador, la directiva, y claro está, por la afición. A veces parece que los tienes al lado jugando contigo”, manifiesta, riéndose cuando se le recuerda el cántico que le dedica la peña La Marea Azul, ese “MVP, MVP” camino de convertirse en un clásico. “¡Qué mejor que ese calificativo!”, asegura entre risas.

Año y medio después el comportamiento de la afición sigue sorprendiendo a este auténtico todoterreno, capaz de ser un coloso en defensa, multiplicando sus ayudas y tapando posibles vías de agua, como de imprimir carácter y valentía al ataque,bien sea como central, bien como lateral. “El esfuerzo y animar son dos cosas que no se negocian en Cangas. Si te has vaciado, la gente te responde con ánimos, y no puedes distinguir si has ganado o has perdido”, sentencia.

“No hay que conformarse nunca”, afirma

“Tú eres mi jugador”. Esta es la frase que le espetó Manuel Camiña a Santi López apenas unas semanas más tarde de vestirse por vez primera la camiseta del Frigoríficos. Con ella ponía de manifiesto que el madrileño encarnaba las dos cualidades que más aprecia el histórico expresidente del club, la defensa y la garra. López asume que los dos próximos duelos de los suyos, ante Torrelavega y Valladolid, “podrían ser un punto de inflexión. Son partidos en los que hay que volver a sumar porque la Liga te lo exige. Puede ser que con estos cuatro puntos ya te olvides de ver hacia abajo, pero aún así creo que tampoco podremos estar tranquilos hasta dentro de un mes”.

Santi López en una acción del encuentro entre el Frigoríficos del Morrazo y el Cuenca.

Santi López en una acción del encuentro entre el Frigoríficos del Morrazo y el Cuenca. / SANTOS ALVAREZ

El madrileño asume la filosofía apuntada por Nacho Moyano de ir poco a poco explorando los propios límites. “No podemos generar falsas ilusiones ni tampoco conformarnos con hacer cuatro puntos y cerrar la temporada”, señala, antes de añadir que “hay que disfrutar y hacer disfrutar a los nuestros todo lo posible. No hay que dejarse llevar”.

“En la Copa vamos a tener opciones”, dice

La Final a Ocho de la Copa del Rey es una ilusión para Santi López, que subraya que “por eso es importante hacer ahora los deberes, primero ganando a Torrelavega y después al Valladolid. Luego ya podríamos ir a ilusionarnos”. El objetivo está tan claro como “evitar a Barcelona para poder soñar. Si es así tendremos opciones de pasar a semifinales, y luego es un partido hasta la final. No es algo que no esté al alcance de este equipo”.

Respecto a la clave de la excelente campaña del Cangas afirma que “no es cosa de un día o de una temporada. Desde que llegó Nacho [Moyano] ha habido una filosofía de trabajo que ha ido calando y que tiene sus resultados”. Ahí se suma que “los jugadores vamos mejorando y adaptándonos mejor”, además de otro hecho, “la mezcla entre veteranos como Javi Díaz, Moisés o Rubén y jugadores jóvenes con apenas un par de años de experiencia en Asobal”.

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