El Club Deportivo Moaña parece que ha superado el brote de COVID-19 que le obligó a suspender el último encuentro de la primera vuelta y el primero de la segunda. Todo el equipo moañés se sometió a un cribado con PCR por parte del Servizo Galego de Saúde (Sergas), en el que no se registró ningún nuevo positivo. Ayer el equipo tenía previsto reincorporarse a los entrenamientos, en el campo Iago Aspas-O Casal a partir de las 21.00 horas, tal como confirma la presidenta de la entidad, Estela Santomé.
A pesar de todo desde el club no bajan la guardia y quieren que la vuelta al trabajo sea con la máximas garantías. Por ello, ayer todos los futbolistas iban a someterse a un test de antígenos adicional costeado por el propio Club Deportivo Moaña. “Es verdad que todos dieron negativo en las pruebas del Sergas, pero ese cribado fue justo antes de las fechas de Nochebuena y Navidad”, apunta Estela Santomé. Así que, después de esos días de reuniones familiares, el club apuesta por repetir unos test de antígenos para confirmar que todos los integrantes de la plantilla están libres de coronavirus.
El brote detectado afectó a un total de cuatro futbolistas. Dos de ellos ya tienen el alta, mientras que los otros dos salían a principios de esta misma semana de la cuarentena.
El Moaña tiene en estos momentos dos encuentros aplazados: Ribadumia y Valladares, que se corresponden con el final de la primera vuelta y el inicio de la segunda. “Hablamos con el Ribadumia para intentar recuperar ese partido el día de Reyes, pero parece que no puede ser”, apuntan desde el Moaña. Si no hay cambios, la vuelta a la competición será el el fin de semana del 8 y 9 de enero, contra el Pontevedra B y para entonces desde el Moaña esperan tener resuelto definitivamente quién será el entrenador del primer equipo tras la salida de Gelo Martínez.
