La Cultural Deportiva Beluso iniciará mañana su particular pretemporada de cara a la disputa de la Preferente Sur, cuyo arranque está previsto para finales de este mes. La escuadra que dirige Óscar García se pondrá manos a la obra en la campaña más atípica, marcada por la incidencia del coronavirus, por su tardío comienzo y por la renuncia de equipos como Moaña, Sanxenxo, Portonovo, Céltiga y Guardés, entre otras circunstancias.
La plantilla buenense tenía previsto acometer ayer el paso previo a su retorno a los entrenamientos pero lo dejará para mañana, la realización de los tests de detección del Covid-19, un trámite de obligado cumplimiento para garantizar la seguridad sanitaria dentro de una competición que aún debe perfilar su formato definitivo. García justifica la decisión de competir en las ganas que existían dentro de la entidad. “Tanto el presidente como yo queríamos jugar si había la posibilidad de hacerlo. Hay muchas ganas de fútbol, aunque es cierto que pensábamos que jugaría todo el mundo y ahora queda la incógnita de saber qué pasará con estos cinco equipos que no han querido hacerlo”, señala el entrenador.
Por el momento la nómina de futbolistas dentro del Beluso se circunscribe a 14 nombres, toda vez que el retraso en el inicio y la propia evolución de la pandemia han tenido su repercusión en forma de bajas o dudas. Los que son seguros para el técnico morracense son los porteros Kevin, Pana y Sergio Mourelle; los defensas Iván, Pol, Pousa y Álex Fernández; los centrocampistas Reiriz, Torres, Dieguito, Manufre y Serxio; y los delanteros Rúa y Vivi. Otros tres jugadores mantienen la incógnita sobre su participación y se están tomando un tiempo de reflexión. Es el caso del goleador Adri Estévez, del central Jorge Segura y del polivalente Darío Vilas. Condicionantes laborales y familiares hacen que estén meditando su futuro más inmediato. Jacobo, por su parte, ya había dejado el equipo hace meses para enrolarse en las filas del Estudiantil de Tercera División.
Con un equipo muy limitado en número la necesidad de acometer fichajes es acuciante, y en este sentido Óscar García podría tener la solución en los cinco jugadores que estarán a prueba a lo largo de esta pretemporada. Cuatro de ellos cuentan con pasado en el Alondras juvenil, y son el mediocentro Marcos Iglesias, los centrales Manu Piñeiro y Raúl Fernández y el lateral izquierdo Borja Fernández, que estuvo hace un par de campañas en la cantera rojiblanca. El quinto elemento es Hugo Pousada, que formó parte del Beluso hace tan solo unos meses y que quiere ganarse de nuevo el puesto.
La intención es la de poder contar con al menos unos 20 o 21 futbolistas, después de que el mercado le haya dado la posibilidad de traer solamente a tres nuevas incorporaciones, las del portero Sergio Mourelle, el central o mediocentro Álex Fernández y el delantero Vivi. “Teníamos previstos un par de fichajes, pero se pararon antes de la anterior fecha de inicio de la competición”, explica el preparador del cuadro buenense.
Lo que parece claro son las necesidades que tiene el equipo buenense. Se buscan uno o dos jugadores para el centro del campo, un central o mediocentro y algún delantero más. Pero también parece necesario algún refuerzo para un lateral izquierdo tras la marcha de Nacho. La idea es cerrar cuanto antes las incorporaciones para poder preparar lo mejor posible el arranque del campeonato.
Un tiempo muy ajustado para la puesta a punto
El peor de los condicionantes para Óscar García será el escaso tiempo de preparación previo al arranque de la Liga. El técnico subraya que “dos o tres semanas no son tiempo suficiente para poner a punto al equipo, pero es la misma situación que atraviesan el resto de equipos. Salvo el Umia, que ya empezó a entrenar, el resto estamos igual”. La solución a esta minipretemporada será condensar el trabajo en estos días. Así, la idea es acumular muchas sesiones al principio, entrenando todos o casi todos los días. “Hay que pensar a medio plazo, para estar bien a lo mejor dentro de un mes o mes y medio”, dice. Pero lo que menos le gusta al técnico del Beluso es el hecho de que el formato de competición pueda ser más reducido. “No me gusta porque te la tienes que jugar en pocos partidos. Jugarse el ascenso o el descenso en solo 18 encuentros no es algo que me entusiasme porque te coinciden dos postes, un mal arbitraje o una lesión y te hundes”, dice.
