O Gatañal vivió ayer una auténtica fiesta del balonmano en la que la contundente derrota ante el Fútbol Club Barcelona (23-42) no enfrió siquiera un ápice los ánimos de una afición que sabe disfrutar como nadie del lujo que supone para su equipo estar en la Liga Asobal. La importancia del marcador se limitó a los diez primeros minutos, los que el Cangas aguantó las embestidas de un equipo blaugrana netamente superior física y técnicamente. A partir de ahí se jugó otro partido en las gradas, y ese sí que se ganó por goleada. Fue el del apoyo incondicional a los suyos, el de corear cada gol como si fuese el definitivo o el de brindar varias ovaciones a un joven de 16 años que, tras disputar sus primeros minutos en la Liga Asobal en Valladolid, ayer se estrenaba en casa. La primera parada de Javi Fernández en la categoría, a un lanzamiento de Dicou, podría entrar en un top 3 de número de decibelios en el pabellón cangués.

En la pista el duelo se jugó al ritmo que quiso marcar el conjunto de Xavier Pascual, "Pasqui", controlado al inicio, absolutamente frenético después. En ese arranque el Cangas plantó cara (3-3, 4-5), antes de que sus errores fuesen una losa demasiado pesada para poder aguantar el resultado. Con el electrónico reflejando un 6-9, Magí Serra pedía tiempo muerto (minuto 13). Los morracenses no acababan de rematar buenas acciones de juego e incluso perdían balones en la salida al contragolpe ante la eficacia del repliegue defensivo visitante. Por si fuera poco, una exclusión de Cancio acabó por matarlos (8-14, minuto 21, con nuevo tiempo de Serra).

El entrenador local apostó entonces por atacar con siete jugadores de campo dejando la portería vacía, la misma táctica que tan buenos resultados le había dado en el Palau Blaugrana. Pero ayer no fue así. en un visto y no visto, parcial de 1-4 (9-18, minuto 26) y regreso a la normalidad. Y esa, para desgracia del Frigoríficos, era el de Möller amargando a los lanzadores locales y sus compañeros sentenciando al contragolpe (10-21).

En la reanudación el Barcelona metió una marcha más. Con un Andersson absolutamente desatado castigó cada error cangués, e incluso cada acierto, pues los visitantes también hacían mucho daño con el contragol (12-27, minuto 35). El choque era de una exigencia física brutal y ahí el Cangas tenía las de perder (12-30, minuto 38). Los catalanes se tomaron un pequeño descanso y el Frigoríficos apretó los dientes. (16-31).

Serra decidió repartir minutos entonces. Primero con Pablo Castro y luego, a falta de un cuarto de hora, con el juvenil Javi Fernández. La afición mandaba. Había pedido en su momento a Castro y luego al joven meta. Faltaba Ángel Rodríguez, que también tuvo sus minutos. Y como era un día para disfrutar, tuvo su ocasión para anotar de penalti. La derrota no empañó la fiesta en un entregado O Gatañal.