Rodrigo Corrales está ya en Polonia después de disputar con España el preolímpico en Suecia, un torneo de amargo resultado para Los Hispanos. Sin tiempo para desconectar, ayer mismo ya se entrenaba con el Wisla Plock, a la órdenes del propio Manolo Cadenas. Esta competición era la primera convocatoria del joven cangués para acudir a un torneo oficial con la selección.
- El torneo de Suecia era su estreni en competición oficial con España y está claro que no ha sido el debut soñado.
- La verdad es que no, ha sido algo realmente muy difícil y prácticamente desde el principio se truncó todo lo soñado. El primer día era importante porque en función de los resultados ya podías conseguir la clasificación en la jornada del sábado. Luego se nota la responsabilidad, la presión de que no puedes fallar...
- Ya lo avisaba justo antes del inicio del torneo, la importancia del primer partido.
- Sí que fue importante. Perdimos y luego se dieron todas las combinaciones que más nos perjudicaban. El partido de Eslovenia fue un encuentro que nos complicamos nosotros porque en la segunda parte jugamos unos 20 minutos muy malos, en los que solo marcamos dos goles.
- El final del partido contra Suecia, ganando de tres goles y ese siete metros final parecen el culmen de un destino cruel.
- Ha sido muy cruel, pero sobre todo por la gente de este equipo que lleva muchos años, que lo ha dado todo y ha luchado. La sensación es que ha sido muy injusto porque han prevalecido criterios económicos por encima de los deportivos. España ha sido el equipo más regular del último ciclo olímpico, con una medalla de oro en el Mundial de 2013, un bronce en el Europeo de 2014, un cuarto puesto en el Mundial de Catar en 2015 y un subcampeonato Europeo este año. Ni siquiera Francia, que es la gran dominadora del balonmano mundial de los últimos años, ha sido tan regular. Eso ni siquiera ha valido para tener preferencia para organizar el preolímpico, sino que se tuvo en cuenta el aspecto económico y lo organizó Suecia. Debería prevalecer el mérito deportivo y no el económico. Te quedas con la sensación de que si lo hubiese organizado España podría ser distinto. Creo que se han hecho meritos suficientes en los últimos años para ello.
- ¿Qué pierde el balonmano en Río 2016 sin España?
- Pierde muchísimo. Pierde a una selección ejemplar, competitiva, que aporta espectáculo y buen balonmano. Es una gran pena porque tampoco se podrá ver a grandes jugadores, como Aguinagalde o Entrerríos.
- ¿Cuál es el camino a partir de ahora?
- Lo primero digerir esta situación tan difícil. A partir de ahí trabajar para afrontar los próximos retos, comenzando por el mundial del año que viene en Francia. Hay que seguir con ambición porque estoy seguro de que en el futuro habrá un momento de justicia con esta selección.
- En estos momentos es cuando se hace patente la progresiva pérdida de nivel de la liga Asobal durante los últimos años.
- Es la eterna cuestión. Durante estos años se han vivido dos realidades contrapuestas. La liga ha bajado de nivel debido a la crisis económica, pero no se puede decir que eso haya afectado a la selección, que ha estado a un nivel extraordinario. Tampoco creo que eso haya afectado porque en el equipo nacional hay gente con mucha experiencia y un gran bagaje. Pero la situación de la liga es una pena, sobre todo porque no genera ilusión entre las nuevas generaciones. Por eso hay que destacar ejemplos como el del Cangas, que sigue atrayendo a muchos niños.
- ¿Y sus objetivos de futuro? ¿Espera formar parte de ese futuro de Los Hispanos?
- No sé lo que va a deparar el futuro. Yo voy a seguir trabajando en mi club y espero tener la oportunidad de poder seguir en la selección. Voy a trabajar para ganarme una oportunidad, coger confianza y tener más experiencia. Estar aquí es diferente a estar en un club, es diferente y tengo que decir que me han acogido muy bien.
- ¿Cómo ha visto a sus compañeros más veteranos y a Manolo Cadenas, que también en su entrenador en el Wisla Plock?
- Es muy duro ver el dolor de gente que lleva tantos años luchando en la selección porque para algunos ésta era su última oportunidad de ir a unos Juegos Olímpicos. Para Cadenas ha sido un varapalo porque tenía mucha ilusión de ir a las olimpiadas con esta generación. Pero hay que aceptarlo. En las situaciones difíciles es cuando se demuestra el valor de los equipos y de la gente.
