Marcos Gañete "Corba" fue uno de los primeros en sumarse al proyecto puesto en marcha por Irmandinhos A Estrada en el año 2012. Coincidiendo con sus primeros pasos como jugador de fútbol gaélico, el estradense quiso sin embargo ir más allá, realizando el primer curso organizado para ser árbitro de este deporte. "Soy un friki de esto, así que decidí apuntarme para conocer mejor las normas", recuerda. Seis años después de aquel curso, Corba se ha convertido en el primer árbitro no irlandés en pitar una final de un Europeo, todo un logro a nivel personal pero también una muestra más de la expansión de este deporte por todo el continente.
El estradense arbitró el partido que enfrentó el pasado fin de semana a los equipos de Madrid y Varsovia en las finales de fútbol gaélico celebradas en Viena. "Es un orgullo que el jefe de árbitros confíe en mí para un partido así", afirma al tiempo que agradece que fuese un partido tranquillo de arbitrar. A lo largo de este campeonato ya se había encargado de varios partidos de la división más alta.
No era sin embargo su primera prueba a este nivel. A lo largo de los últimos años Corba ha sido uno de los árbitros principales en las competiciones autonómicas y nacionales. Esta temporada sin embargo decidió dar un paso más. El jugador colgó las botas y apostó por el arbitraje. Tras superar las pruebas internacionales, en las que se incluían exámenes, pruebas físicas y hasta un test de vídeo, se integró en la lista de colegiados a nivel europeo, contando desde el primer momento con el respaldo del responsable. Así, durante los últimos meses arbitró en las finales del 5 regiones en Francia y en las del torneo de los países escandinavos en Estocolmo. Su prueba de fuego llegó sin embargo en el Mundial que se disputó el pasado mes de julio en Irlanda. "Un Mundial te da mucha experiencia porque estás con los mejores árbitros del mundo. Eso te ayuda a aprender muchas cosas, desde lenguaje corporal a colocación".
El estradense se mostró contento de "seguir aportando" su granito de arena al fútbol gaélico tras su retirada como jugador. "Siendo árbitro de fútbol gaélico no ganas dinero pero también se encargan de que, desde que sales de tu casa hasta que vuelvas, no gastes nada", explica. "Para mí es una forma de viajar y de conocer otras culturas".
Corba no fue el único representante local en la competición celebrada el pasado fin de semana en Viena. Allí estuvieron también las Herdeiras de Dhais y cuatro jugadores de los Irmandinhos, Gorri, Félix, Juanjo y Samu. Formaron equipo con los Herdeiros Santalla y Andrés, junto a varios jugadores del Slovak, con quienes terminaron entablando una amistad que los podría animar a venir a A Estrada.
