Piragüismo

Pablo Crespo irá a París si Rusia quiere

Tercero en la final, el pontevedrés será olímpico si los rusos deciden prescindir del C1

Pablo Crespo, en Szged.

Pablo Crespo, en Szged.

Si lo lógica impera, España volverá a tener participación olímpica en el kilómetro de la canoa individual con el pontevedrés Pablo Crespo tomando el relevo, 12 años después, del quíntuple medallista David Cal.

La tercera plaza lograda por Crespo en la final, ganada por el ruso Zathar Petrov seguido del italiano Nicolae Craciun, supondría el billete olímpico para el gallego si la Federación de Rusia se decide por el C2, también clasificado, para ocupar las dos plazas de deportistas olímpicos de las que dispone. Apostar por el C1 sería renunciar a una de las dos plazas, decisión que sería contra natura.

Ahora, los rusos disponen de 20 días para tomar su decisión y, de paso, decidir si Pablo Crespo puede disfrutar en París del premio de la extraordinaria actuación completada en el día de ayer en aguas húngaras.

A primera hora de la mañana disputó Pablo Crespo la clasificatoria en la que también firmó un valioso tercer puesto con un tiempo de 3:51.44. Solo el propio Petrov (3:49.85) y el ucraniano Pavlo Altukhov (3:50.46) acompañaron al gallego a la final sin tener que pasar por la semifinal.

"Lo estoy tocando pero aún no es mío"

La valoración de Pablo Crespo de la espera que le toca afrontar es optimista, pero cauta a la vez. En su opinión, “lo estoy tocando, pero aún no es mío”, en referencia al billete olímpico para París. Todo ello tras el desarrollo de una final en la que explica que “había viento a favor y salí muy fuerte. Llegué a los 500 metros como segundo y luego me empezaron a coger”. Todavía quedaba una última demostración de fuerza que se reflejó en unos 100 metros finales apoteósicos: “Apreté como un loco y me quedé muy cerca de ser segundo. Me felicitó toda la familia y amigos porque no se esperaban que tuviera esa respuesta al final”.

Apenas cinco horas después, el joven de 22 años tomó la salida en la final con el reto de lograr la hazaña de terminar entre los dos primeros. Solo 89 centésimas se lo impidieron en una exhibición de fuerza y potencia por encima de lo que cualquiera se pudiese esperar, incluso el propio palista. “En el C1 todos andan muchísimo. Hay un nivel enorme y mis expectativas no eran estar ahí. Salí a darlo todo y me salió todo bien”.

Pablo Crespo, en plena competición.

Pablo Crespo, en plena competición. / Cedida

Esa extraordinaria tercera plaza llegó tras un dominante Petrov (3:47.02) y el italiano Nicolae Craciun (3:49.03). Crespo cerró con 3:49.92, medio segundo menos que el bielorruso Ivan Patapenka, cuarto clasificado (3:50.41). Ahora todo queda a expensas de lo que decida Rusia aunque el propio Crespo reconoce que “podemos ser positivos. Por lógica, Rusia debería apostar por tener dos palistas olímpicos decantándose por el C2 y no por el C1, pero toca esperar, confiando en que solo sean 10 días y que decidan pronto”.

Después de una prueba tan completa, la incertidumbre de la clasificación lleva a Crespo a señalar que “la sensación es agridulce, pero hay que confiar”.

Turno en el C2 para Diego Domínguez

Tras los dos días para decidir las últimas vacantes para los Juegos Olímpicos, hoy empieza en Szged la Copa del Mundo en la que se decidirán los deportistas que ocuparán la plaza con la que ya cuenta el país. Es el caso del C2 500 en el que el palista del Breogán de O Grove Diego Domínguez se juega con Joan Antoni Moreno el estar en París. Premio para el que tendrán que superar en la meta a la embarcación sevillana formada por Cayetano García y Pablo Martínez. Una Copa del Mundo en la que también Pablo Crespo competirá en C1 500 y 1000 “hasta que el cuerpo aguante”, pero con la satisfacción del deber ya cumplido.