El monólogo del Rápido finaliza en drama

Resulta difícil explicar lo sucedido en la mañana de ayer en el Baltasar Pujales. El Rápido no hizo un mal partido. Dispuso de hasta cinco o seis claras ocasiones para marcar, pero la efectividad cayó del lado lucense. Estadísticamente, el Viveiro rozó la perfección, ya que disparó entre los tres palos dos veces durante los noventa minutos de juego, y marcó dos goles.

El Rápido afrontaba el encuentro con numerosas, e importantes ausencias. Víctor Rodríguez tuvo que recomponer el “once” inicial. Fueron los boucenses los que dieron el primer paso para hacerse con el control del centro del campo. Lo consiguieron, pero el problema que tienen es que el rival les hace daño con muy poco. Sucedió a los ocho minutos, con una pérdida en la medular, que Gamarra aprovechó con un disparo de esos que salen en contadas ocasiones, para adelantar al Viveiro.

El partido seguía siendo un monólogo que tenía al Rápido de Bouzas como protagonista. Keko dispuso de dos claras ocasiones en las que el balón no entró por muy poco. Ronald remató de cabeza rozando el esférico el travesaño, pero a punto de llegar al descanso, una pérdida en la banda izquierda del Rápido permite al jugador del Viveiro meter el balón en el área para que Franco marque el segundo.

El monólogo del Rápido continuó tras el paso por los vestuarios. Torralbo recortó diferencias con cuarenta y dos minutos por delante. Almudí dispuso de dos claras ocasiones. En la primera no pudo rematar bien al ser objeto de falta, pero el colegiado no señaló el punto de penalti. El Viveiro cerró todavía más sus filas. A los cinco defensas, le colocó por delante una barrera de cuatro, que frenó las intentonas de los boucenses.