Remo olímpico

Rodrigo Conde ya está en París

La Federación confirma al moañés y a Aleix García en el doble scull de los Juegos

Rodrigo Conde, ayer, en plena sesión de entrenamiento en la concentración de Sevilla

Rodrigo Conde, ayer, en plena sesión de entrenamiento en la concentración de Sevilla / FDV

Rodrigo Conde ya está en los Juegos Olímpicos de París. La Federación Española de Remo ha confirmado al moañés y a su compañero Aleix García como integrantes del doble scull que competirá en la cita de este verano, una vez concluidos el selectivo y las pruebas clasificatorias de las dos últimas semanas. Conde y García habían ganado la plaza olímpica para la embarcación gracias a su quinto puesto del Mundial del pasado año, en una cita que dejó un sabor agridulce pero que también les ha servido de acicate para apretar los dientes y encontrarse este año “mejor que nunca”, tal y como él mismo reconoce.

“Antes hubiese sido impensable meter un doble scull español entre los cinco mejores, pero después de haber estado en el podio nos supo a poco, porque somos conscientes de que podemos llegar a mucho más”, reconoce, antes de añadir que “nos ha venido muy bien ese resultado para subir el nivel”. La explicación a ese bajón clasificatorio tras cinco competiciones internacionales consecutivas sin abandonar el cajón –una plata en el Europeo y otra el Mundial, además de una plata y dos bronces en pruebas de la Copa del Mundo– no es otra que “llevábamos dos años arriba y esperas que en el tercero vaya todo rodado haciendo lo mismo. Pero los países aprietan y no llega. Hay que seguir y este año estamos trabajando a base de bien, con días muy largos. Es el precio que hay que pagar”.

Conde asume que “ser quintos en ese momento nos ha servido de mucho. Nos pasó factura ser segundos del mundo y no saber gestionarlo, nos presionamos demasiado... Es normal, porque ni Aleix ni yo ni nuestro entrenador, ni nadie en la Federación había estado en esta situación. Nos tocó aprender a nosotros”. Y es que la progresión del barco formado por el moañés y el catalán ha sido meteórica desde el momento de su creación. Conde y su compañero rompieron con todas las previsiones y en un visto y no visto se vieron peleando por lo más alto, encadenando medallas y compitiendo de tú a tú con sus ídolos y grandes dominadores de la categoría, los hermanos Sinkovic.

Rodrigo Conde (derecha), junto a Aleix García en la Copa del Mundo de Croacia del año pasado, donde pisaron podio.

Rodrigo Conde (derecha), junto a Aleix García en la Copa del Mundo de Croacia del año pasado, donde pisaron podio. / FDV

“Nos limitamos a la hora de disfrutar en los entrenamientos, en la competición, y no podemos pretender ser siempre los primeros”, razona el deportista. “Incluso los mejores pinchan, es algo normal. El remo es un deporte distinto, por la distancia, por la intensidad. Si un día estás un poco por debajo de tu nivel, en lugar de ser primero acabas sexto”, completa.

"No pienso en los Juegos, sino en trabajar muy bien para llegar al 200 por cien", afirma

A cuatro meses y medio escasos de la cita olímpica, Conde reconoce que no piensa en ese 1 de agosto en el que se disputará la final de doble scull pesado. “No pienso en ello. Hay que tener paciencia y trabajar muy bien, superarse y centrarse en pulir todos los pequeños detalles para llegar al 200 por cien”, sentencia. Esos detalles pasan por lo técnico, lo físico, pero también por lo mental. “Hay que ver cómo afrontamos los entrenamientos, qué pensamientos tenemos, si son positivos o no para trabajarlos con el psicólogo...”, señala.

El otro elemento determinante en la carrera hacia la medalla en París es la pista, que Conde ya conoce. “Ha habido regatas con muy mal tiempo, con viento y olas, pero nosotros estamos listos. Nos viene bien para esforzarnos más”, sentencia la gran realidad del remo nacional en banco móvil.

"Sabía que podía volver a la élite", asegura

Con París a la vuelta de la esquina, queda muy atrás en la trayectoria de Rodrigo Conde su renuncia a los Juegos de Tokio por una cuestión de salud física y mental. El moañés dijo basta y abandonó una categoría que le exigía realizar prácticas al límite (duchas de agua caliente, entrenamientos completamente abrigado para sudar, limitar las bebidas... Todo para marcar los 70 kilos de tope en peso ligero. “No pienso mucho en ello, es algo que está ahí, una experiencia que me ha permitido ser lo que soy ahora”, afirma. 

Su decisión ha sido, además, un pleno acierto a nivel deportivo, algo en lo que él ya confiaba. “De ligero ya hacía tiempos parecidos a los pesados. Pensaba que cuando todo estuviera mejor, estaría más fuerte y sería más sencillo”, afirma, antes de reconocer que “sabía que podría llegar, pero la verdad es que no esperaba que fuese tan rápido”.

“Ha sido una semana dura a nivel mental”, reconoce

“No he llegado a estar nervioso, pero sí tenso. Ha sido una semana dura a nivel mental”, admite Rodrigo Conde tras haber tenido que superar el selectivo y las pruebas clasificatorias para formar parte del doble scull pesado español que competirá en París. Y es que la quinta plaza obtenida en el Mundial del pasado año no le otorgó directamente ni a él ni a su compañero Aleix García el billete para los juegos. La plaza es para la embarcación y toca luego a la Federación decidir quiénes serán sus integrantes.

Rodrigo Conde, en las instalaciones de la SD Tirán, con cuatro de sus medallas en campeonatos internacionales, en una imagen de archivo.

Rodrigo Conde, en las instalaciones de la SD Tirán, con cuatro de sus medallas en campeonatos internacionales, en una imagen de archivo. / Gonzalo Núñez

El criterio del selectivo este año medía a los aspirantes en un skiff individual. Si los dos mejores tiempos eran para Conde y García, el barco era suyo. No fue así, ya que el moañés cumplió su parte para ganar la regata, pero Aleix García fue tercero, por detrás de Manel Balastegui, a la postre excompañero de Conde. De este modo, hubo que realizar unas pruebas para medir qué combinación era la más fiable para aspirar a medalla. “No llegué a estar nervioso, porque el doble scull con Álex está más rodado, pero sí que tienes cierta tensión”, reconoce. “Yo remé al cien por cien con los dos, pero lo cierto es que es una responsabilidad y te quita el sueño. Ha sido duro a nivel mental, pero todo ha salido bien”, sentencia.

Ahora, la hoja de ruta de cara a los Juegos Olímpicos hará que el barco adquiera rodaje en una prueba de la Copa del Mundo –inicialmente se hablaba de Varese, del 12 al 14 de abril– y en el Campeonato de Europa de Hungría, entre el 25 y el 28 de abril. Conde asegura que únicamente se focaliza en París, y que estas dos citas son solo para seguir adquiriendo ritmo y tener un control de los posibles rivales. La meta es el 1 de agosto.

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