REmo Olímpico

Rodrigo Conde se instala en el podio

El moañés encadena en la Copa del Mundo de Zagreb su quinta medalla internacional en menos de un año | Su próximo objetivo, el oro en el Campeonato de Europa

Rodrigo Conde y Aleix García en un momento de la Copa de Europa en Zagreb. |  // FEDEREMO

Rodrigo Conde y Aleix García en un momento de la Copa de Europa en Zagreb. | // FEDEREMO / César Collarte

Cinco medallas consecutivas en otras tantas competiciones internacionales avalan de modo inconstestable la presencia en la élite de Rodrigo Conde, que junto a su compañero Aleix García, viene de subirse al podio en la primera prueba de la Copa del Mundo, disputada el fin de semana en Zagreb. La plata cosechada por el doble scull pesado español sabe a gloria al no haber llegado en las mejores condiciones físicas. El remero moañés apunta ahora al Campeonato de Europa de dentro de tres semanas y mira de reojo al Mundial de septiembre, clasificatorio para los Juegos Olímpicos.

Dos bronces en la Copa del Mundo, una plata en el Campeonato de Europa de Munich, otra en el Mundial de Racice (República Checa) y ahora una nueva plata en la primera prueba de la Copa del Mundo de esta temporada, disputada en Zagreb. Ese es el espectacular balance de Rodrigo Conde en un último año en el que parece vivir permanentemente en el podio. El remero moañés y su compañero Aleix García firmaron una brillante participación en Croacia que les permitió cruzar la línea de meta solamente por detrás de los intratables hermanos Sinkovic, que sumaron su medalla internacional número 50.

Es un buen resultado, porque no llegábamos en nuestro mejor momento”, admite Conde. “Yo estuve lesionado y no pude hacer las series y Aleix se lesionó en el hombro después, con lo que no remamos juntos hasta el viernes. De hecho es que ni siquiera sabíamos si íbamos a poder competir”, desvela. A pesar de ello su embarcación se llevó el triunfo en las semifinales y en la final se quedó a algo menos de cuatro segundos del oro, pero superando a los barcos serbios, de Estonia y de Ucrania. “Eran mis primeras regatas de 2.000 metros del año, y me noté bastante torpe en competición, por eso la valoración general tiene que ser muy buena”, admite el deportista. Y eso a pesar de que el nivel de exigencia del moañés y de su compañero catalán es máximo. “Hablamos de que el año pasado estábamos contentos por haber conseguido un bronce en la primera prueba de la Copa del Mundo y ahora con una plata te queda pena de no haber logrado más. Estamos en un mejor punto de partida que en 2022”, señala.

El primer gran objetivo de la temporada es el Campeonato de Europa, en el que la idea es “al menos revalidar la plata del año pasado, pero queremos el oro”. La cita tiene la importancia añadida de ser un test más que válido para medir el nivel de la pareja española en comparación con sus rivales, ya que en el Mundial, salvo un par de barcos, los favoritos salen del viejo continente. Y dentro de esos contrincantes, mención especial merecen los Sinkovic, dominadores de la categoría desde hace años. “Llevan ganando medallas desde que nosotros empezamos en el remo. Su pico de forma es más constante que el nuestro, nosotros aún tenemos mucho que mejorar. El año pasado nos ganaron en todas las regatas y al final los superamos en el Mundial”, razona.

Precisamente el Mundial de septiembre es la otra fecha marcada en rojo en el calendario, ya que es el torneo que repartirá los billetes para los Juegos Olímpicos de París, un total de once. “No quiero escupir hacia arriba, pero es relativamente asequible. Muy mal se nos tendría que dar para no meternos en los Juegos, pero lógicamente no quiero entrar como el undécimo, sino que quiero ganarlo”, subraya. París sigue grabado a fuego en su mente. “Solo pienso en estar allí y en el oro. No me conformo con menos. Todos los esfuerzos van hacia ahí. Una vez estás tan cerca hay que ir a por ello, porque si dudas se te puede escapar”.

“Es el momento más feliz de mi carrera”, afirma

Más allá de resultados, rendimiento o medallas, Rodrigo Conde reconoce estar en el momento más feliz de su carrera deportiva. “Sin lugar a dudas, es el mejor, y de lejos. No disfrutaba tanto del remo desde que era infantil, cuando ibas a divertirse y nada más”, admite. Eso no significa “que no haya días muy duros, pero incluso disfruto de esos, y por eso nos está yendo muy bien”. La satisfacción personal del moañés, apunta, “va mucho más allá de las medallas”, y está en relación también con el “buen equipo que hemos hecho, con nuestro entrenador, con todos”. En el caso concreto de Aleix García, “conectamos mucho y cuando hablamos coincidimos casi siempre en lo que hay que hacer. Somos muy exigentes ambos y eso también genera roces, pero nos duran cinco minutos”.

La fuerza, factor que permite una mayor mejora

A pesar del extraordinario rendimiento ofrecido por el doble scull pesado de Rodrigo Conde y Aleix García desde que se montó, el margen de mejora de este dúo sigue siendo amplio, y el moañés lo centra en los próximos meses en el trabajo de fuerza, “porque tenemos capacidad aeróbica de sobra. Vamos a dos o tres paladas más que los rivales. Nos toca meter más intensidad”. Por el momento, y a pesar de los problemas físicos que ambos han sufrido, se atisba una mejoría con respecto al año pasado. “Tenemos mejores registros en kilos y en los ergómetros”, apunta.

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