Baloncesto en silla de ruedas - División de Honor

¡Muy buenas, aquí estamos otra vez!

Berni Costas, que se retiró por vez primera tras la conquista de la Challenge en 2017, regresa al Iberconsa como en 2021 para ayudar a un equipo diezmado

Berni Costas, ayer, en las instalaciones de Twelve Pádel Zenter.

Berni Costas, ayer, en las instalaciones de Twelve Pádel Zenter. / José Lores

Armando Álvarez

Armando Álvarez

“Muy buenas. Aquí estamos otra vez”, exclama Abelardo, riéndose, en su enésimo regreso al Molinón. La imagen se ha convertido en un meme sobre las recurrencias de la vida. “Muy buenas. Aquí estamos otra vez”, habrá al menos pensado Bernabé Costas de Miranda al cruzar el umbral del pabellón; en O Berbés esta vez, por las interminables obras de Bouzas, pero siempre del Amfiv. Berni, el histórico capitán, desempolva los hábitos. Retirado en 2017, tras elevar al cielo de Navia la Challenge Cup, regresó a mitad de la temporada 20-21 para ayudar al equipo en una situación delicada. Y ahora rerregresa, si tal término se acepta, para aliviar nuevas angustias. Actuará en los partidos de casa, la Copa del Rey y la Euroliga 3. Rerredebutará el 17 de febrero, ante el Murcia. “Los viejos rockeros nunca mueren”, proclama a sus 44 años recién cumplidos.

La conexión entre Berni y el Iberconsa Amfiv supera lo que los archivos registran. En 2021 le había pedido a César Iglesias retomar los entrenamientos, por desoxidarse, y ese anhelo le preparó para un concurso a la postre necesario. La plantilla se había quedado reducida a seis efectivos. Ahora andaba dedicado el hijo predilecto de Vincios al pádel en silla. Una actividad feliz pero que “a nivel físico no exige tanto”, explica. “Necesitaba apretar una vuelta más las tuercas”. Pero ni siquiera tuvo que iniciar el acercamiento. Antes sonó el teléfono, un día de noviembre, en una suerte de anticipación telepática. Era el presidente, José Antonio Beiro. “Llegamos pronto a un acuerdo. Será para echar un cable”, resume.

Al Iberconsa se le han vuelto a multiplicar los problemas. Nunca ha dispuesto de plantillas amplias. El núcleo casero se ha ido reduciendo en los últimos años con la marcha de Envó o Cronau. Los recursos financieros se concentran en escasas piezas. El equipo, con todo, parecía bien equilibrado esta campaña. Pero Lewis Edwards ha tenido que regresar a Inglaterra por motivos personales. El laberinto burocrático ha obligado a renunciar al regreso del estadounidense Josh Maier. Y una fuerte tendinitis lastra el rendimiento de Oscar Knight, que compartía el protagonismo anotador con Agustín Alejos.

José Antonio Beiro, Chechu, se lo ha pedido y Bernabé Costas, Berni, ni siquiera se ha planteado responder que no. “Les había dicho que si en algún momento necesitaban algo de mí, que no dudasen en llamarme, que siempre iba a estar ahí”. Nunca se le olvidará a Berni lo que el Amfiv ha significado para aquel niño gondomareño que jugaba a fútbol con muletas porque un mal tratamiento médico le había agravado las secuelas de la poliomielitis. Pablo Beiro, el fundador del club y tío de Chechu, le descubrió la pasión de la canasta cuando tenía 16 años y lo reclutó, como a tantos. Su brillante trayectoria incluye un paréntesis de cuatro temporadas en el Barça, la participación en los Juegos de Londres 2012 y ese supuesto colofón del 30 de abril de 2017, cuando le dedicó a Pablo, fallecido en febrero de 2015, el primer trofeo en la historia del Amfiv.

Bernabé Costas, en 1999, con el Amfiv en Primera Nacional.

Bernabé Costas, en 1999, con el Amfiv en Primera Nacional. / FDV

Será una participación que el oficio limita. Berni trabaja para la ONCE. Antes, de lunes a viernes; desde su retirada incluye los fines de semana para aprovechar el turisteo de Baiona. “Hay que llegar a un consenso con la empresa, pero estoy agradecido. Con el tema del deporte se involucran mogollón”. En lo tocante a la División de Honor, solo jugará en los compromisos de O Berbés. Los entrenamientos ya se programaban de noche, fuera del horario laboral. Participará en dos a la semana y en tres cuando haya jornada.

Con tiempo aún por delante para el debut, gracias a un parón liguero por Champions, Berni lleva ya un tiempo entrenando. Se ha reencontrado con Alejos, Julio Vilas y el entrenador, César Iglesias; la vieja guardia: “Es un gran grupo humano, una gran familia de la que también me consideraba parte aunque me hubiese retirado”. A nivel baloncestístico, asegura: “Sorprendentemente me he encontrado bien. No sabía que lo echaba tanto de menos hasta que me senté en la silla y volví a entrenar”.

El capitán del Amfiv y el resto de la plantilla, celebrando la Challenge Cup de 2017.

El capitán del Amfiv y el resto de la plantilla, celebrando la Challenge Cup de 2017. / Marta G. Brea

Berni ya podría haber jugado ante el Getafe. Se lo impidieron sus obligaciones padelistas (organiza el Trofeo Ciudad de Vigo). La cómoda victoria del Iberconsa (86-54) ha asentado a los vigueses en mitad de tabla, alejando en cinco triunfos la frontera del descenso que marcan precisamente los getafeños. “Salvaron los muebles con creces, en un partido holgado”, celebra. “Ya están afianzados para estar tranquilos en Liga”.

El Iberconsa también tiene por delante la Copa del Rey y la Euroliga 3. En el torneo doméstico –Burgos, de 23 a 25 de febrero– se medirán en cuartos al Amiab Albacete, actual campeón y aspirante a todo lo español y continental. En el último duelo particular se impusieron los manchegos por 94-19 a un Iberconsa diezmado. Es garra lo que inyecta Berni: “Hay que jugar y competir. Esa mentalidad no puede cambiar. El equipo contrario se confía, piensa que te va a ganar de 50 y si le aprietas, le pueden entrar las dudas. A un partido puede pasar cualquier cosa”.

Después, del 7 al 10 de marzo, en la italiana Regio Calabria, el Iberconsa se medirá al cuadro anfitrión, los franceses Chalon y Lille, y el turco Vakiflar. Si se clasifican, el asalto al título se dirimirá en Valladolid del 25 al 28 de abril. Chechu Beiro ha batallado para inscribir a Berni fuera de plazo, aprovechando la baja definitiva de Edwards. Si los mimos a la muñeca de Knight surten efecto, en el vestuario vigués se ven con opciones.

El último partido de Berni con la camiseta del Iberconsa será el de cierre de temporada, el 18 de mayo, ante el Gran Canaria. O no. “Tengo la suerte de que mi familia me apoya. Al acabar me sentaré con el club. Ahí estaré. Puedo darle chicha a los cinco para cinco en los entrenamientos, seguir jugando en casa, llegar a consensos...”. Empieza a entender quizá que la única manera de que no regrese es que no se vaya jamás.

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Aunque retirado de las canchas desde 2021, no se había quedado Berni mano sobre mano. Leyenda rediviva del baloncesto, se ha convertido en una promesa emergente del pádel en silla. El gondomareño se ha enrolado en SinRed, club con el que también desarrolla labores de organización. Suyo es el Open Ciudad de Vigo, cuya segunda edición se ha disputado recientemente en las instalaciones de Twelve Zenter. Alberto Abalde, viejo compañero en el Amfiv, lo había precedido en esta mudanza a las palas. “Cuando se enteró de que me retiraba del basket, me invitó a probar”.

La incorporación de Berni ha permitido completar el cuarteto que se ejercita cotidianamente. Berni forma pareja con David Santiago y Abalde, con Joaquín Guisante. Llegan de Vincios, Castrelos, Moaña y Ponteareas. En ocasiones conforman partidos inclusivos, mezclándose con jugadores a pie; una modalidad que está cundiendo con pruebas oficiales en Madrid. Y además de competir en el torneo propio, salen a disputar otros del circuito nacional. “Se puede compaginar”, dice Berni sobre la ajetreada agenda deportiva y laboral que le espera en los próximos meses.

“Tendré que cuadrar los torneos a los que quiera ir –se disputan de viernes a domingo– con los partidos en casa del Iberconsa”. En cuanto a las tareas administrativas, observa: “Estamos todavía un poco verdes, pero el Ciudad de Vigo ya salió mejor este año que el pasado. Vinieron parejas de primer nivel. Son pasitos adelante. Con la ayuda de los patrocinadores, la idea es organizar jornadas abiertas, que la gente se siente en las sillas y conozca esta modalidad...”. Lo mueve la filantropía, ese afán de “seguir trabajando con gente con discapacidad y que prueben diferentes deportes adaptados. Me alegra y me llena de orgullo poder poner ese granito de arena”.

En clara progresión, aunque todavía lejos de la élite, Berni entiende además que su aprendizaje como padelista repercute beneficiosamente en su otra condición de baloncestista. “La competitividad del pádel me ha llamado la atención. Me ha dado la fuerza mental, es muy parecido al tenis. Necesitas autoconfianza y ser muy frío, estar muy metido en el partido”, evalúa. “En el basket puedes sufrir lapsus, pero tienes tiempo de recuperarte. Otros cuatro compañeros están detrás. En el pádel solo tienes uno y en realidad eres tú solo el que falla. No te puedes frustrar”. Confiesa: “Me atrae esa adrenalina de estar pegándote contra ti mismo. Me mola, Siempre he sido muy autocrítico. Me proporciona ese nivel de estrés y juego mental. A la hora de hacer otro tipo de deportes, ayuda”.

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