Atletismo

La amistad, mi gasolina

Asheber Díaz, campeón de España sub 18 de cross, dedica su triunfo a Lucas García y a la familia que compone el grupo dirigido por Manu Ageitos

Manu Ageitos y Asheber Díaz, en primera fila, junto a otros
componentes de su grupo, ayer en Balaídos.   | // ALBA VILLAR

Manu Ageitos y Asheber Díaz, en primera fila, junto a otros componentes de su grupo, ayer en Balaídos. | // ALBA VILLAR / Armando Álvarez

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Galopa Asheber Díaz por el Cerro de los Ángeles. Levita, en realidad. Sus pies apenas tocan el escabroso suelo getafeño. Siente como de algodón cada uno de los 4.961 metros. Asheber, digno vigués, sonríe cuando el terreno se empina. Aprovecha la primera cuesta del recorrido para tensar a sus rivales. Los suelta en la segunda. Cruzará la meta en 15.58 minutos, con 5 segundos de ventaja sobre el castellano Kuma Samuel Barros. El céltico se ha proclamado campeón de España sub 18 de cross. Por equipos, su Galicia gana la plata. Corona un fin de semana triunfal para la selección autonómica. A Ashe lo ha impulsado una noticia. Justo antes de salir le han comunicado que Lucas García, compañero accidentado hace algunos días, ha pronunciado las primeras palabras en el hospital donde sigue ingresado. “Foi unha alegría moi forte”, confiesa.

Asheber Díaz (18-10-2007) siente de alguna manera que ha culminado esa ascensión, aunque solo constituya una estación de paso en su tierna trayectoria. Abandonó el fútbol hace cinco años. “Buscaba un deporte novo. O que quería era correr. Dábame igual de morado, verde, azul ou vermello...”. Escogió las franjas rojiblancas. “Fuchicando un pouco, empezamos no AVA. Quedamos encantadísimos. Non é doado enganchar un deporte minoritario tan ben. Marina (Abruñedo) e José (Domínguez) foron os meus adestradores, amigos e conselleiros”. Salvo por un ligero estancamiento en su segundo año, recuerda una “progresión bestial” a sus órdenes. Concluyó ese cuatrienio disputando finales estatales e incluso asomándose al podio.

El cuarto puesto en Avilés, sin embargo, le invitó a la mudanza al celeste. “Era un placer estar con Marina e José. O motivo do cambio foi simplemente ser un pouquiño máis ambicioso. O Celta ofrecíame ir ás ligas a nivel nacional e un equipo específico de adestramendo na miña proba”. Asheber afronta ahora su segunda temporada bajo la tutoría de Manu Ageitos; el entrenador céltico, que apacienta un grupo diverso en edades y homogéneo en calidad, tras el fulgor próximamente olímpico de Alice Finot. “Non me cambiaría por nada do mundo. Estou moi contento coa miña xente, que me quere de verdade”, celebra el joven.

“Ashe es un atleta más de cross que de pista, aunque también se maneja bien. Acaba de correr en 8.40 (3.000) y creo que vale ahora mismo cerca de 8.30. Tiene pronto el Nacional de pista cubierta y puede hacer la mínima para el Europeo al aire libre. Pero le gusta más el cross. Se desenvuelve muy bien en circuitos duros”.

El Campeonato de España de Getafe, de hecho, se había convertido para Asheber en un objetivo “marcado no calendario”, confiesa, desde aquella frustración avilesina. Latía, además, la duda de su estado. Una lesión en los isquios lo había lastrado desde el pasado febrero e incluso lo apartó de la temporada al aire libre. “A dor era intensa e os ánimos estiveran moi baixos”. En apariencia ya recuperado, el Campeonato de España debía servir como examen decisivo. “Fun a Xetafe con moitas gañas de competir e demostrar todo o traballo que fixeramos”.

Ageitos reconoce: “Sabía que podía hacerlo muy bien. Habíamos preparado perfectamente el cross. Ashe estaba en muy buena forma. Pero el nivel en la categoría sub 18 era altísimo. Igual podía quedar primero que octavo, y hubiera sido un resultado muy bueno”.

Con tanta igualdad, cualquier detalle adquiere un peso crucial en el recuento. Lo tuvo la táctica que Ageitos y Ashe acordaron por teléfono. “El circuito nos favorecía mucho. Teníamos pensado realizar el ataque final en la cuesta. Él lo tenía claro también”, relata el técnico. Faltaba el chute emocional. Lucas García, campeón mundial júnior de triatlón y prometedor atleta, debiera haber formado parte del equipo sub 18. El santiagués, residente en el CTGD de Pontevedra, sufrió un grave accidente de tráfico hace varios días, mientras circulaba en bicicleta por Barro. El joven se encuentra en el Hospital Clínico Universitario de Santiago. “Afectounos moralmente”, confiesa Ashe. “Cinco minutos antes da carreira dixéronnos que espertara e dixera as primeiras palabras. Liberounos de presión”.

Mente y cuerpo se alinearon. Asheber se sintió “cómodo” durante todo el recorrido. “Sorprendíame. Estou moi ben eu ou o resto non está ben?”, se preguntaba. Tocaba cumplir el plan diseñado. “Sabía que tiña que facer dano canto antes. Non son especialmente rápido”. La carrera constaba de dos vueltas pequeñas y una grande, con esas dos cuestas que tan bien rentabilizaría. “Na primeira empecei a facer o cambio de ritmo e vin que ningúen me seguía. Tentei manter a distancia o máximo posible e na segunda dei todo o que tiña. Saquei 20 ou 30 metros. Despois foi sufrir e apretar os dentes, pero xa sentía que ía gañar”.

Asheber Díaz ha regresado con la presea dorada colgada al cuello. “Significa cumplir un obxectivo co que levaba soñando moitas noites”, confirma. No son los laureles, sin embargo, lo que le entusiasma. Ayer volvía a ejercitarse en Balaídos junto a Mario, Alejandro, Lucas... Ageitos miraba complacido esa pequeña familia que ha conformado. Ashe culmina: “Estou eternamente agradecido ó meu adestrador e ó meu grupo. Terei esta medalla toda a vida, pero o que queda do atletismo son os amigos”.

Herederos de un siglo de hierba y barro

“Es una pasada”, exclama Manu Ageitos cuando repasa la cosecha de Getafe. “Han sido los mejores resultados de siempre”. Al título individual de Asheber Díaz en sub 18 se le une el de Sabela Castelo en sub 16, categoría en la que Paula Fernández ganó la plata. Alejandro Santos, de igual edad, logró ese mismo metal. Emma Méndez conquistó el bronce en sub 20 y El Mehdi El Nabaqui, la plata en sub 23. Por equipos, Galicia imperó en sub 16 y sub 18 femenino y sub 16 masculino; fue subcampeona en sub 18 masculino y sub 20 femenino. Los sénior no igualaron tales éxitos, ciertamente, aunque influyeron varias ausencias. Ester Navarrete afronta su debut en maratón. Uxía Pérez y Eva Piñel, del grupo de Ageitos, están volcadas en el tartán. “Como coincide por fechas, no puedes preparar todo. Pero vuelve a haber buen nivel de cross”, analiza el entrenador vigués. “Hace tres o cuatro años bajó un poco. La gente se centraba más en la pista o la ruta. Pero ha vuelto a crecer”. La chiquillada que hoy se hornea en los parques y óvalos galaicos prolonga la tradición de la hierba y el barro, que iniciaron pioneros como aquellos “finlandeses” del Comesaña Sporting Club hace un siglo. Honra la estirpe heroica de Álvarez Salgado, Carlos Pérez o Ramón Magariños en los sesenta y setenta. Hereda el ímpetu en los noventa de Julia Vaquero, Estela Estévez, Alejandro Gómez, Carlos Adán, José Ramón Rey o Carlos de la Torre; aquella cooperativa de gigantes, varios de ellos, que reinó en la Copa de Europa de Clubes reunida en el irrepetible New Balance. “O cros galego é incrible. É obxectivo. En categorías inferiores somos a mellor selección. Quedou demostrado este fin de semana”, constata Ashe, que ensalza a Álex Sierpes y Sabela Castelo: “O ano pasado gañaron todo. Ademais de moito adestramento e calidade, son os xenes galegos”. Y aún más: “Na nosa xeración, Teo de Frutos sempre está no top 5; tamén Damián Suárez, aínda que é triatleta, ou Lucas García”. Y presume de sus compañeros adultos: “Carlos Porto, Cedín, Adrián Lago... Non é porque adestren conmigo. Grandes representantes”, define.

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