Rugby

La Tierra es un oval

Once jugadores del equipo M18 del Kaleido han participado este verano en campus de alto nivel de Francia, Irlanda y Sudáfrica, lo que el club considera “enriquecedor”

Jugadores del Kaleido M18, en As Lagoas

Jugadores del Kaleido M18, en As Lagoas / Charlie del Campo

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Ya no cantan “la Tierra es un globo que se me escapó”. No les corresponde por edad ni por inclinación. A ellos, la Tierra les parece un oval que transitan alegremente. Una docena de canteranos del Kaleido Universidade de Vigo han participado este verano en campus de Francia, Irlanda y Sudáfrica. Han podido empaparse de la más exquisita cultura rugbier, que ahora trasladarán a As Lagoas. E igualmente se llevarán la idiosincrasia olívica a otros destinos, como Estados Unidos. Así van tejiendo la urdimbre mestiza de esta pasión.

Lejos empiezan a quedar los tiempos en que Norm Maxwell, junto a David Monreal, llevó al Vigo R.C. a División de Honor, empapándolo de espíritu All Black. Jugadores de numerosos países vistieron la casaca del XV del Olivo. Se había abierto un camino bidireccional. Joaquín Maguna, Marcos Muñiz, Adolfo Rodríguez y Javier Abadía se trasladaron a Nueva Zelanda, en una suerte de grand tour.

Es ya memoria. Las limitaciones financieras obligaron a recomponer el proyecto y en pandemia se completó la reestructuración, con la renuncia a la plaza en Honor B. La directiva presidida por Xoan Martínez marcó un rumbo que ahora Berta Álvarez respeta. El Vigo se ha centrado en la formación. No renuncia a regresar a categoría nacional, pero será desde lo propio. El club domina con puño de hierro las ligas gallegas, de M-16 a sénior masculino –las mujeres lograron el subcampeonato–. Los chicos y chicas del M18 firmaron incluso el “doble slam”: los títulos de rugby XV y rugby 7 sin perder un solo partido.

Es precisamente la generación ahora en el M18 la que ha conservado y alimenta ese anhelo por salir al extranjero en busca de conocimientos. Mauro del Campo inició la secuencia hace tres años, cuando se matriculó en el Stage Excellence de la Academie International de Rugby de France, en Toulouse. Mauro “sintió la curiosidad. El boca a boca ha ido animando a los demás”, explica Óscar Ferreras, director técnico del Vigo R.C. “La mayoría se conoce desde hace años y se van contando estas historias y estas aventuras”.

Mauro repitió al verano siguiente, esta vez en el Stage Excellence del Stade Toulosain, uno de los mejores equipos del mundo. No viajó solo. Lo acompañaron los hermanos Artai y Xoán Troncoso. Nico Troncoso eligió el Irish Rugby Institute. El relato de sus experiencias ha despertado una auténtica fiebre entre sus compañeros. “La verdad es que cada año son más los chicos que se anotan a hacer estos campus y algunos ya han repetido varias veces”, concreta Vicente Prieto, Tito, eterno capitán y entrenador del M18 junto a Nacho Villegas y con Joaquín Maguna como preparador físico; un trío que se pronunciaba en División de Honor y que hoy pastorea a sus herederos.

Celebrando en el Cortizo el título de la Liga Gallega.

Celebrando en el Cortizo el título de la Liga Gallega.

Así que en estos meses estivales se ha mulplicado la peregrinación. Mauro del Campo y Xoán Troncoso han vuelto al campus del Stade Toulosain con Nico Bastida y Santi López. Al Irish Rugby Institute han asistido Alejandro Fortes, Nuno Bamio, Artai Riveiro, Beltrán Baltar y Javier Sobrino. Y hasta Sudáfrica, a la Stellemboch Academy of Sports, se fueron Hugo Cima y Guille Ley.

Tito condensa: “En mi opinión y por lo que ellos me cuentan, es una experiencia superenriquecedora y no sólo a nivel de rugby. Siendo muy jovencitos, se pasan una o dos semanas en otro país”. En lo deportivo, “comprueban la importancia que se le da al rugby en esos países y ven la importancia que tienen las destrezas individuales. Básicamente es lo que trabajan y también pueden analizar los medios que tienen otros equipos de nivel para la evaluación de jugadores”.

Imagen de uno de los campus.

Imagen de uno de los campus.

“Es una opción que eligen los jugadores y sus familias a nivel individual. Desde el club, como mucho, podemos pasar información de algún campus, pero es una actividad ajena a nosotros”, advierte Ferreras, que añade: “Para nosotros es positivo. Eso dice que quieren más rugby; que no les llega solo con la temporada. En verano, que se supone que es su periodo de descanso, algunos jugadores y jugadoras optan por vivir esa experiencia y seguir practicando rugby en academias preparadas profesionalmente. Ver qué significa el rugby de alto nivel puede ser una forma de motivación”.

Muchos de ellos afrontarán en breve una encrucijada vital y cambiarán de ciudad o país por estudios. Pero el rugby puede contribuir incluso a sus carreras. Ana Magdalena seguirá pronto los pasos de Lucía del Campo, becada en una universidad estadounidense. Lucía Abel se reincorpora al club tras residir un año en Irlanda, donde estuvo jugando. Y en esa doble vía, la sudafricana Giovanna Palacio, que se ha mudado a Vigo, se integra en la plantilla M18. Pese al vaivén propio de esa edad, entre tres y cinco canteranos se incorporan cada temporada al Kaleido Universidade de Vigo sénior, masculino o femenino. Llegan con su bagaje cosmopolita.

“Todo lo que sea formación, tanto del staff como de los jugadores y jugadoras, es interesante, y más cuando hablamos de formación de alto nivel, como en estas academias. Es enriquecedor”, agradece Ferreras. “Les dará un plus en su crecimiento, que se verá en el juego y en nuestros equipos”.

Suscríbete para seguir leyendo