Vingegaard, emperador en Santa Trega

El ganador del Tour de Francia se impone en la segunda etapa de la prueba gallega

El grupo, con los Jumbo en cabeza, a su paso por Baiona.

El grupo, con los Jumbo en cabeza, a su paso por Baiona. / MARTA G.BREA

V. F.

Después de la tempestad viene la calma. Y después de la lluvia, el granizo y la nieve que arruinaron la primera jornada, los ciclistas se reencontraron con el sol en la etapa pontevedresa de O Gran Camiño. Una jornada luminosa que arrancó en Tui y finalizó en el monte Santa Trega en A Guarda, en el via crucis que conduce a la cumbre. Pero en el pelotón se desató un vendaval llamado Jonas Vingegaard, que realizó un ataque demoledor a tres kilómetros de meta dejando atrás a todos sus rivales para enfundarse el maillot amarillo de la prueba y dejar claro que si nada se tuerce se subirá a lo más alto del podio el domingo en Santiago.

Había expectación por ver que nivel podría ofrecer el último campeón del Tour de Francia en su debut competitivo de esta temporada. Y no defraudó. Es como si Vingegaard quisiera emular a su gran rival en la ronda gala, el esloveno Tadej Pogacar, que arrasó en la clásica Jaén Paraiso y en la Vuelta a Andalucía mostrando unas prestaciones dignas de un gran campeón. Se acabaron los días de transición, los de sesteo, de acumulación de kilçómetros sin más. Las figuras de hoy en día quieren ganar desde el primer día al último. Son voraces y generosos en el esfuerzo. Han llegado para cambiar el ciclismo tal vez para siempre

Vingegaard, en el momentode cruzar la meta.  | // LUIS GÓMEZ

Vingegaard, en el momentode cruzar la meta. // LUIS GÓMEZ / v.f.

La jornada arrancaba ya con turbulencias desde Tui. Por delante quedaban 184 kilómetros y dos puertos antes de la meta en el alto del monte Santa Trega desde el que se divisa la desembocadura del río Miño y su orilla portuguesa.

Apenas recorridos siete kilómetros ya se formada la gran fuga de la jornada con Unai Cuadrado (Euskatel), Josu Etxeberria (Caja Rural), Antonio Angulo (Burgos BH), Alexander Konychev (Corratec), Sebastian Schönberger (Human Powered Health), Mattia Bais (Eolo Kometa) y Alejandro Ropero (Electro Hiper Europa).

Los fugados mantenían entre dos minutos y dos minutos y medio de distancia con repecto al pelotón a su paso por Moaña, en donde Ropero se imponía en el Sprint Verde, Cangas, Bueu, Marín, Pontevedra, Redondela e incluso en el alto de San Estebanm de Negros en el que se imponía Schönberger,.

A partir del descenso las distancias empezaron a recortarse con los corredores del Jumbo Visma controlando el pelotón. Mientras tanto, por delante Ropero volvía a cruzar de prmero las pancartas del Sprint Verde de Gondomar y Baiona.

El trabajo de los compañeros de Vingegaard estaba dando sus frutos y en el alto de la Cruz da Portela la fuga llegaba a su fin aunque antes Schönberger coronaría el puerto en primera posición.

El pelotón ciculaba por Oia con al mente puesta en el asalto final. Se esperaba una gran tormenta pero el alto ritmo impuesto por Rohan Dennis mantenía a raya a los grandes favoritos hasta que ya en la subida de Santa Tegra apareció un vendaval llamado Jonas Vingegaard. Atacó como un rayo y nadie encontró la fuerza necesaria para seguirle.

Con un pedalear fácil se enfrentó al pavés del Vía Crucis y lejos de aminorar la marcha, el danés parecía más veloz. Alzó los brazos en meta y fue necesario esperar 21 segundos para saber quien llegaba por detrás que no fue otro que el portugués Rubén Guerreiro, del Movistar, aupado por los numeroso compatriotas que se acercaron al monte de A Guarda. El luso se sitúa además segundo en la general a 28 segundos del danés. A continuación llegaron a meta Ion Izagirre (Cofidis), a 24 segundos, y Antonio Pedrero (Movistar), Jesús Herrada (Cofidis) y Víctor Langellotti (Burgos BH), a 26 segundos.

Líder y demostrando consistencia. Así empieza Vingegaard la temporada. Y él mismo lo reconocía en la meta al manifestar que “estoy muy contento por la victoria, espero poder mantener el malliot en la etapa de mañana. Va a ser duro, veremos cómo me encuentro, pero siempre me gusta llevar el malliot amarillo, estoy muy feliz. Es mi primera victoria en España, es especial para mí. Es el inicio de temporada y quería demostrar que estoy bien. El día anterior fue muy duro por el frío, pero ya me encontré mucho mejor. Espero mantener el maillot amarillo”, para dedicarle la victoria a su familia después del viaje relámpago que tuvo que realizar a Málaga, en donde vive en invierno, por causas personales.