Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

BALONMANO - División de Honor Plata (M)

En alerta permanente

Miguel Trigo, bombero forestal, combate el fuego en la zona sur de Galicia mientras se prepara para el inminente arranque de una nueva campaña en el Acanor Novás Valinox

Miguel Trigo, en el Monte Aloia. ALBA VILLAR

Miguel Trigo está en alerta constante, tanto dentro como fuera de la cancha. El segundo capitán del Acanor Novás Valinox, bombero forestal de profesión, vive intensas jornadas laborales combatiendo el fuego que estos días asola Verín y su zona limítrofe, al tiempo que inicia la cuenta atrás para una nueva temporada en la que ejercerá como uno de los guardianes de la defensa del club rosaleiro.

Uno de los pilares defensivos de O Rosal viene de vivir unos días especialmente complicados ante la oleada de incendios que acecha el sur de Galicia. “Estamos acostumbrados a esto, pero no tanto, la verdad”, dice Trigo, que estos días se desplazó junto a otros efectivos de la demarcación de Vigo-Baixo Miño para ayudar en la zona de Verín. “Estos días estuvimos en Pradoalbar (en el Macizo Central ourensano), por el parque natural de Invernadoiro, a donde tardamos una hora en llegar desde A Gudiña”, relata. “Cuando llegamos los habitantes estaban bastante apurados porque el fuego estaba rodeando el pueblo por los cuatro costados”, explica. “Rodeamos el pueblo con los camiones que llevábamos, hicimos tendidos de mangueras alrededor y ya la gente se tranquilizó al vernos por allí porque veía que, de lo contrario, en un par de horas...”, explica Trigo, que no llegó ver casas ardiendo como se pudo ver en muchas imágenes que durante estos días mostraban la crudeza y devastación del fuego por la zona. “Este pueblo pintaba mal, pero al final, dentro de lo malo, salió todo bien. Aseguramos el pueblo, la gente se quedó más tranquila, pero el monte ardió casi todo a su alrededor”, dice aliviado ante la ausencia de bajas personales en medio de tal tragedia.

“Este incendio de Pradoalvar estaba fuera de la capacidad de extinción porque venía por la sierra a la que no había acceso y tenía demasiada fuerza. Era imposible, por lo que te centras en lo básico para que la gente no pase apuros y sacrificas lo demás”, se lamenta. “El problema no es que pase una vez, el problema es que pasa todos los años y varias veces. Hay que sacrificar hectáreas de monte porque hay una mala gestión forestal, porque no hay trabajos previos... y llegas a lo último que se debería hacer que es sacrificar hectáreas de monte”, critica ante otro verano duro.

“Nosotros lo que reclamamos es que los incendios se apagan en invierno, deberían contratar más gente para hacer trabajos de prevención, porque la gestión forestal que se hace actualmente se hace solo para apagar incendios y no hay prevención. Es la pelea de todos los años”, se lamenta: “Hay que cambiar el plan forestal porque se demuestra año tras año que no funciona”.

“Llevábamos un par de años relativamente tranquilos en nuestra zona, en Ourense también; lo comentábamos con los compañeros de Verín, pero este año ya han ardido el triple de hectáreas que el año pasado y estamos al inicio del verano. A estas alturas no saben qué puede venir, está muy seco todo y lo peor seguramente esté por llegar y ese es el problema”.

En ese punto, su estado de alerta se incrementa para mantener a salvo su zona y para estar en guarda por si les precisan allí. “El problema de esto es que ahora mismo sí que faltan medios, pero es que incluso con los medios al cien por cien, si te salen una animalada de incendios, llega un punto que es insostenible, la gente no da para todo. Siempre habíamos ido a la zona de Ourense si hacía falta algún refuerzo, pero este año nos preguntaron si queríamos ir de voluntarios tres días seguidos. Hicimos un grupo en dos horas y fuimos quince personas de la zona de Vigo y Baixo Miño. La gente es muy profesional y cuando se nos necesita casi todos estamos disponibles porque, al final, este trabajo lo tienes porque te gusta”, dice, al tiempo que reconoce que también se llegan a pasar “malos ratos”.

Y mientras Miguel Trigo lucha contra el fuego, también centra su atención en la temporada que está a punto de empezar de nuevo en las filas del Acanor Novás Valinox. “Lo duro va a llegar ahora”, bromea, al tiempo que subraya la flexibilidad que la entidad rosaleira le permite por su trabajo: “En ese sentido no hay ningún problema, incluso si hay un incendio y no puedo ir a entrenar no pasa nada. Es fácil de compatibilizar, la verdad”, dice el jugador rosaleiro.

“La primera temporada en Plata fue muy dura, como esperábamos, luego en el de la pandemia también estábamos bastante bien cuando llegó el parón”, relata sobre la evolución que ha ido viviendo en el club. “En la siguiente, las cosas fueron muy bien y, nadie podía suponer que estaríamos por ahí al final de temporada; pero el año pasado fue un año duro. Puede que desde fuera no se notara, pero hubo muchas lesiones y siempre teníamos problemas para completar convocatorias, llegando a ir a partidos con siete u ocho jugadores de campo. Se acababan los partidos por ganas y esfuerzo”, comenta.

En ese sentido, aplicaron la máxima que rige en el equipo: “El que sale tiene que darlo todo”. “Se puede ganar o perder, pero hay que salir con la cabeza alta y da igual quién se ponga delante. Lo importante es salir con la satisfacción de hacer lo que sabes y hasta donde das”.

Miguel Trigo, durante un partido ante el Teucro de la pasada temporada. Gustavo Santos

Arranca ahora una nueva etapa, con caras nuevas, incluso en el banquillo. “Este año hay más cambios que cualquier otro. El entrenador nuevo da muy buenas sensaciones y vienen compañeros nuevos aunque a la gran mayoría ya los conocemos”, afirma. “No creo que sea complicado adaptarse. Aquí en O Rosal es fácil, nunca suele haber problemas. Tenemos un buen grupo”.

Este año va a ser más complicado porque solo pasan los cuatro primeros a la fase de ascenso

decoration

En lo personal, inicia esta nueva temporada a sabiendas de que “este año va a ser más complicado porque solo pasan los cuatro primeros a la fase de ascenso y la verdad es que hay muy buenos equipos, con mayor presupuesto que el nuestro, pero nosotros trataremos de ir a ganar todos los partidos, ir hacia arriba y al final que nos hagan la cuenta a ver si estamos arriba o abajo, pero iremos a ganarlo todo”, anuncia. “A nosotros nadie nos va a poder echar en cara habernos quedado a medias, eso seguro”, dice uno de los veteranos de la plantilla, pese a sus 29 años. Lo que espera de este curso es “jugar lo máximo posible, hasta donde el entrenador quiera, donde y cuando haga falta”, proclama. “Nunca tuve problemas de jugar en un puesto o en otro, jugar más o menos; yo lo que quiero es que jueguen los mejores y ganar”. No se fija metas y prefiere ir día a día. “Lo que espero es hacer una buena temporada, disfrutar y llegar a mayo con la satisfacción de haber hecho un buen trabajo. Esta etapa es importante disfrutarla porque cuando pasen los años mirarás atrás y estarás orgulloso y feliz de formar parte de todo esto”.

Compartir el artículo

stats