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Beltrán, ante el año de su consagración

El centrocampista madrileño se ha convertido en la pieza más cotizada de la plantilla - “Es una esponja”, ha destacado Coudet, que valora su crecimiento - Tapia se arriesga a una segunda temporada como suplente

Beltrán cubre a David Silva en un partido contra la Real Sociedad. | // R. GROBAS

Fran Beltrán se ha convertido en la gran joya céltica. El centrocampista madrileño protagoniza las campañas de promoción. Su actividad en redes sociales le ha granjeado el cariño del celtismo. Consecuencia y apuntalamiento de lo sustancial: su transformación en una pieza clave en el engranaje de Coudet. La minigira lo confirma como titular en la ubicación mejor cubierta. A la vez, acentúa el interés de su pulso con Tapia.

Beltrán, aunque permanezca menudo, ha crecido en todos los sentidos desde su fichaje en verano de 2018. Aterrizó en Vigo con apenas 19 años. A la presentación lo acompañaron su madre y su novia. Un adolescente de ojos sorprendidos. Miñambres había convencido a la directiva de pagar los 8 millones de su cláusula de rescisión. La excelente relación con sus agentes, José Manuel Tárraga y Juan Sánchez, facilitó el negocio. El presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa, no había cumplido la promesa de mejorar un contrato irrisorio. Los Bukaneros, aunque enemistados con Presa, no perdonaron su marcha. Lo abuchearon cuando regresó a Vallecas el 11 de enero de 2019 pese a que los jugadores del Rayo pidieron su indulgencia. Beltrán, que tantas veces había cantado “La vida pirata”, abandonó el césped llorando.

Esa sensibilidad lo eleva. Siempre se ha comportado con frescura en las redes sociales. Escribió desde el inicio mensajes en gallego. Ha combinado simpatía e inteligencia. Eso le ha ayudado en su cálida relación con la grada. Su rendimiento sobre la cancha ha resultado más irregular. Aunque titular al comienzo con Mohamed, su importancia ha ido fluctuando con los sucesivos entrenadores. Con todo, a sus 23 años suma ya 127 partidos en Primera División.

A Beltrán lo penalizó el desorden y una actividad febril que no se traducía en números de recuperación. Y en cierto modo también lo lastró su polivalencia. Deambuló en varias posiciones, incluso por la banda. También le sucedió a la llegada de Coudet. El argentino puso fin al baile de dibujos. Él apuesta solo por el 4-1-3-2. Beltrán había alcanzado su mejor rendimiento como pivote defensivo de referencia en el Rayo. Pero en la temporada 2020-2021 era Tapia el que asombraba barriendo el campo. Beltrán siguió alimentándose de las migajas de las ausencias y las recolocaciones.

El ejercicio anterior ha determinado la modificación de su estatus. Tapia aún mantuvo la titularidad durante cinco jornadas. El desgaste físico pasaría factura al peruano. “Parece que somos los mecánicos que lo arreglamos para que juegue con la selección”, se quejó Coudet. Le entregó el timón a Beltrán. Y este no lo soltaría hasta que se le concedió descanso ante el Valencia en la última jornada.

Beltrán ha seducido a Coudet desde el trabajo diario, con una capacidad impresionante en la asimilación de conceptos. “Es una esponja”, ha comentado el técnico, convencido de que su tasación en el mercado se ha disparado. Beltrán cubre campo. Aguanta en el cuerpo a cuerpo. Ha mejora su eficacia. Y posee mejor manejo y lectura con el balón que Tapia.

Nada hace pensar que esa jerarquía haya cambiado. No desde luego para el club, que escogió a Beltrán y sus perros para protagonizar la promoción de la nueva camiseta celeste. Toda vez que Aspas está fuera de mercado por devoción y edad, es el producto más cotizado, incluso por encima de Aidoo –el otro que hizo cambiar de opinión a Coudet–.

Titular en la minigira

En la minigira, Beltrán actuó como pivote titular ante Pumas y Earthquakes. Cierto que Tapia, con Aidoo y Unai en Afouteza, era la elección lógica para asociarse con Carlos Domínguez en el eje defensivo –en San José, en la segunda mitad, ejerció como tal Mallo–. Tapia ofreció buenas sensaciones. Enriquecer su catálogo le conviene. Porque componer pareja con Beltrán es una alternativa que Coudet solo contempla para proteger ventajas. Tapia puede verse abocado a una segunda temporada de suplencia. Y este año, con Perú fuera del Mundial, querrá dar un nuevo impulso a su trayectoria de club. Por eso el Valladolid ha solicitado su cesión. “Es una opción muy difícil que se dé”, ha admitido el director deportivo albivioleta, Fran Sánchez. Tapia, que se ha declarado “contento” en el Celta, sabe, sin embargo, que entre él y la titularidad se interpone Beltrán; un gigante.

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