El Celta acogió en el verano de 2013 a un equipo técnico que se mostraba unido, hermético y refractario ante la prensa. Luis Enrique Martínez ( Lucho) desembarcaba en Vigo con Juan Carlos Unzué, Robert Moreno, Rafael Pol y Joaquín Valdés. La presencia en este grupo de Unzué, excompañero de Lucho en el Barça y unidos por su afición al ciclismo, relegó a Moreno a la categoría de analista. El navarro se convertía en el segundo entrenador, labor que Moreno había desempeñado durante la breve aventura de Lucho en el AS Roma. El excelente trabajo del quinteto en Balaídos le llevó a entrar por la puerta grande en el Camp Nou un año después. Tres cursos consecutivos de éxitos agotaron al asturiano, que en la primavera de 2017 decidió tomarse un año sabático. El resto regresó a Vigo para emprender su segunda etapa en el Celta, con Unzué como máximo responsable y Moreno como ayudante.

Un año después, Juan Carlos Unzué decidía apartarse del grupo para emprender una aventura profesional en solitario. Robert Moreno, Joaquín Valdés y Rafael Pol se juntaban de nuevo con Luis Enrique Martínez para hacerse cargo de la selección española.

Ante la grave enfermedad de la hija pequeña de Luis Enrique Martínez y la renuncia de éste al cargo de seleccionador elevó a Moreno a la dirección de la Roja a partir del 19 de junio pasado. La elección quedaba supedidata al regreso del asturiano cuando éste lo estimaba oportuno.

El discípulo tomaba el relevo del maestro nueve años después de conocerse. "Como soy una esponja, me he aprovechado de él para aprenderlo todo y lo que no me enseñaba se lo preguntaba", recordaba hace meses Moreno al hablar de Luis Enrique Martínez. El asturiano se cruzó en la vida del catalán en el verano de 2010. "Media hora antes de la final del Mundial de Suráfrica, Juan Barbará -segundo técnico del Barça B- me llamó y me dijo que Luis Enrique estaba buscando analistas nuevos. Al día siguiente estaba trabajando en La Caixa y recibí una llamada de Luis. Hablamos 25 minutos y me dijo que no necesitaba conocerme y que recibiría una llamada del Barcelona", comentó en una ocasión Moreno en una entrevista para la Federación Española de Fútbol.

El treintañero empleado en un banco iniciaba una carrera en el fútbol que le llevaría a alcanzar la gloria con el Barça y a dirigir a la que había sido campeona del mundo de 2010.

Tras su paso por el filial azulgrana, Moreno se marchó con Luis Enrique al AS Roma en 2011 como segundo entrenador del asturiano. Dos años después, ambos recalaban en el Celta y más tarde en el primer equipo del Camp Nou. En estos dos clubes, Moreno tuvo que ejercer como analista, pues Unzué era quien ejercía como segundo de Luis Enrique Martínez. El navarro volvió a sonar en las últimas horas para ocupar la vacante de Moreno en la selección, tras la ruptura de una amistad que se consolidó en Vigo.