El Real Madrid pagó cara su intermitencia en el juego y sus lagunas ofensivas en Estambul, donde ayer sumó su segunda derrota consecutiva en Euroliga ante un Anadolu Efes mucho más regular y ambicioso, que cegó el ataque blanco y acabó con la buena racha de un rival que le tenía tomada la medida y le había derrotado en diez de sus últimos once enfrentamientos (76-60).

Con dieciséis pérdidas y un paupérrimo 23 por ciento en tiros de dos puntos (7/30), los jugadores de Pablo Laso encadenaron su segundo tropiezo en la competición.