Antonio Mohamed quiere hacer carrera en Europa como entrenador y regresar posteriormente a América para entrenar de nuevo a Monterrey. Sus deseos de vivir la experiencia europea como técnico del Celta le llevaron a aceptar en Vigo la mitad del sueldo que ganaba en México. En una entrevista para el diario argentino Clarín, "el Turco" Mohamed habla de la popularidad que ha alcanzado en España, del estilo de fútbol que más le gusta y de su compatriota Messi, al que se enfrentará en diciembre en el Camp Nou.

"Quiero hacer carrera acá. Para mí, Europa va a ser un trampolín o un tobogán. Voy a volver a dirigir en Argentina. Pero ojalá sea en mucho tiempo. Significará que me fue bien acá", apunta Mohamed después de afrontar las primeras experiencias como entrenador en España. "Todos queremos ganar, obviamente. Para mí, los jugadores están por encima del sistema. Son lo más importante. Si tengo a los mejores "10", voy a buscar el dibujo para sacarles jugo. Me gusta un equipo que presione alto, recupere rápido y sea ordenado futbolísticamente. Me gustan las variantes del juego, no me caso con una escuela. ¡Si está todo inventado! Se exagera mucho en el fútbol y eso generó que la figura del entrenador sea sobrevalorada. A uno lo contratan por bueno y a los dos meses lo terminan echando por malo. El técnico siempre es culpable. Y sólo tiene entre el 20 y el 30 por ciento de influencia. Deciden los futbolistas", comenta.

En la entrevista que publica Clarín, Mohamed rememora la gestión de su fichaje por el Celta, cuando tenía previsto disfrutar de un año sabático. La verdad, me fui de un día para el otro. Tenía un año más de contrato, pero creía que el club necesitaba un cambio de líder. Entonces, decidí dar un paso al costado con todo el dolor del mundo porque Monterrey es el club en el que mejor me sentí y en un futuro pienso volver. Pero cuando estaba pensando en descansar, me llegó una llamada del director deportivo del Celta (Felipe Miñambres). Me citó en Madrid y hasta allí fui. Realmente, no esperaba que me conozcan tanto. Pero el dueño (Carlos Mouriño) tiene empresas en México, es más, sus hijos nacieron allá. Y las dudas que podía tener se despejaron. Tener el apoyo del Consejo Directivo, armar el proyecto y poder asumir en la pretemporada... Todo cerraba. Hasta dejé de lado lo económico. En España cobro la mitad que en México, pero no podía dejar pasar el desafío".

Después de enfrentarse al Atlético de Madrid de su amigo Simeone, el entrenador del Celta espera con ilusión la cita con los dos colosos de LaLiga. Su equipo jugará en diciembre en el Camp Nou, momento que aprovechará para saludar a su paisano Leo Messi: "Te soy sincero. Primero, me fijé qué rival me tocaba en el debut. Después, empecé a mirar cuándo jugábamos con Real Madrid y Barcelona. Va a estar bueno. A Leo le voy a pedir que juegue tranquilo, que quiero pasar las Fiestas en Paz. Si me hace caso, le regalo el pan dulce".

Y el técnico argentino disfruta del buen momento del Celta en el arranque de Liga. Su trajeada figura en el arranque del campeonato no pasó desapercibida y ya goza de gran popularidad. "Hoy, los hinchas están contentos con el equipo, ese era el primer paso que queríamos dar, entrar con el pie derecho. Hace 15 días, era un desconocido en Europa. Ahora, me cuesta un poco ir al supermercado. Todos me dicen "Míster" en la calle. Desde el taxista hasta el peluquero. Me vengo a afeitar una vez por semana, hay que estar prolijo. Tengo poco pelo, pero hay que acomodarlo. Todavía no encontré el peluquero ideal, estoy probando".