El fútbol está siendo tremendamente cruel con el Ribadumia esta temporada. La derrota ante el Barbadás no ha sido más que la reiteración de las peores pesadillas de los aurinegros. Hasta 75 minutos de dominio avasallador firmaron los locales, pero su inocencia en el remate terminó por darle alas a un Barbadás que no hizo más que aprovecharse de los miedos de su rival transmitidos en forma de lagunas defensivas.

En ningún momento los ourensanos mostraron hechuras de equipo líder de la categoría salvo en el fatídico desenlace. El insultante dominio de los locales se plasmó en una altísima posesión de balón no exenta de criterio que tenía desesperado en la grada al sancionado Peluso.

El Barbadás intentó agarrarse al partido tratando de imprimir más intensidad, pero enfrente estaba un equipo muy entero y con las ideas muy claras.

Cuando más lejos parecía la debacle, ésta llegó. En la recta final del encuentro, Isi fusiló a Sánchez tras una incomprensible pérdida de balón certificando la victoria ourensana.