Joselu no tuvo el debut deseado. La derrota ante el Las Palmas será recordada para siempre por el delantero juvenil del Celta como el día que se estrenó con la zamarra del primer equipo. La víspera, el joven ariete de Silleda expresaba su deseo de saltar al césped cuando su equipo fuese por delante en el marcador "y con la tranquilidad de que tenemos el resultado a favor". Pero en estos tiempos que corren en el conjunto vigués, todo parece improvisarse y decidirse a la carrera, sin tiempo para digerirlo. Así salen después los proyectos.

Eusebio quiso utilizar a José Luis Sanmartín como revulsivo en una de las tardes de fútbol más mezquino que se recuerdan en Balaídos. Las circunstancias no acompañaban para darle la alternativa a una de las mayores promesas de la cantera de A Madroa. Como si intuyese que le esperaba una dura jornada, el delantero fue el último en llegar al banquillo del conjunto celeste. A su lado se encontraban sentados veteranos como Trashorras, Noguerol, Rosada y Notario. Demasiada experiencia junta para un futbolista que comenzó la temporada con el equipo juvenil y se encontraba en pleno proceso de aclimatación en el Celta B cuando le llegó la oportunidad de debutar en Segunda. Se esperaba una llegada más sosegada, pero a partir de ahora tendrá que convivir con las urgencias de un club que ha de refrendar todavía la permanencia.

Y cuando se jugaba el minuto 49, Joselu, con el dorsal 31, sustituyó a Óscar Díaz. Se fue a ocupar la plaza de delantero centro.

"Esto le servirá para su crecimiento como jugador", apuntó Eusebio del debutante, al que le augura un prometedor futuro.

El futbolista se conformó con resaltar el hecho de jugar por primera vez con el Celta: "Cumplí uno de mis sueños".