La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a Alfredo L. R., conductor del vehículo que causó el accidente mortal de Salceda en el que fallecieron una madre y sus dos hijos menores de edad el 19 de marzo de 2021, a seis años de cárcel por tres delitos de homicidio por impudencia grave y por conducir bajo la influencia de drogas tóxicas.
Es un año más de lo que pedía la Fiscalía, mientras que la acusación particular solicitaba para el acusado nueve años de prisión, la máxima pena para un delito como este.
Con todo, contra la presente resolución cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Galicia en un plazo de diez días siguientes a la notificación de la misma.
Además de la pena de cárcel, se priva al causante del accidente mortal del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por nueve años.
En la sentencia, los magistrados apuntan que “ha quedado debidamente acreditado que el acusado conducía después de la copiosa y abundante ingesta previa de bebidas alcohólicas”.

A 128 km/h en una vía de 90 y quintuplicando la tasa de alcoholemia
Sobre las 22 horas del 19 de marzo de 2021, Alfredo L. R. al volante de su coche invadió el carril contrario de circulación en la PO-510, en el llamado Alto da Brava, e impactó a 128 km/h -en una vía limitada a 90- contra el Citroën C-4 en el que viajaban María Luisa Gondell Soliño y sus dos hijos, Daniela y Beltrán, de 13 y 6 años de edad respectivamente. La madre y los dos menores murieron.
El ahora condenado resultó herido grave y permaneció en coma una semana. La prueba de la alcoholemia que se le realizó en una analítica de sangre dio positivo, 2,49 g/de alcohol, cinco veces más de lo permitido.
La colisión
El informe de la Guardia Civil indicó que, a partir del análisis en conjunto de los indicios que dejó el accidente y de los desperfectos de los vehículos implicados, se puede afirmar que la colisión tuvo lugar en el carril izquierdo, al circular el vehículo Renault Megane en sentido contrario.
Con la fuerza del choque los coches se desplazaron hasta el centro de la calzada quedando separados, uno de otro, varios metros. En aquel momento el punto donde quedaron los coches generó bastante confusión lo que hizo necesario que se desplazase el equipo especializado de Madrid, que ya realizó otros informes en la provincia de Pontevedra en accidentes de gravedad similar.
Los especialistas de la Guardia Civil de Tráfico determinan que la conductora del C-4 se percató de la presencia anómala del Megane y realizó una maniobra de giro a la izquierda para evitar la colisión. Al mismo tiempo, los datos parecen indicar que el conductor del Megane intentó volver a su carril para evitar la brutal colisión.