La localidad pontevedresa de O Covelo es hoy epicentro de un enjambre sísmico con más de una decena de sacudidas cuya mayor magnitud ha alcanzado los 3.0 mbLG (en un principio el Instituto Geográfico Nacional -IGN- marcó 3.1 pero en una nueva valoración lo redujo una décima). Aunque no es una de las zonas de nuestra comunidad en las que la actividad telúrica es habitual (como Ponte Caldeas, el entorno de Laza, y el área entre Sarria y Triascastela), las sacudidas se repiten en este municipio desde el domingo, cuando se registró la primera: fue a las 15.36 horas, a 25 kilómetros de profundidad y con una magnitud de 2,3 mbLG. Su centro se situó en una zona de monte, sin casas, pero poco más de un kilómetro del núcleo habitado de A Lamosa y a 300 metros de la N-120.

El IGN dató el siguiente terremoto el lunes a las 21 horas, con una magnitud de 2 mbLG. Su epicentro se ubicó a 22 kilómetros de profundidad en una zona boscosa entre O Coveliño y Santa Mariña.

Estos seísmos fueron un preludio del enjambre que se está produciendo este martes, con - hasta las 19 horas- otros once terremotos.

El mayor de todos estos temblores ha alcanzado los 3 mbLG y se sintió en las poblaciones de As Neves (en A Igrexa), A Cañiza (en A Miñoteira y Nogueiró), Mondariz y Ponteareas (en San Miguel). El observatorio geográfico indica que alcanzó una intensidad de nivel II, es decir, "apenas sentido", sin daños materiales ni heridos.

Ocurrió esta mañana a las 8.33 horas, con epicentro a cinco kilómetros de profundidad y, de nuevo, en una zona arbolada a unos 800 metros del núcleo de Piñoi y a unos 600 metros del enlace de la N-120 con la N-559 (que entronca con la A-52).

Localidades en las que se sintió el terremoto de Covelo. IGN

La otra decena de terremotos se mantuvo por debajo de esta magnitud, aunque cuatro de ellos marcaron entre 2.2 y 2.4 mbLG. De ellos, dos tuvieron su epicentro en los núcleos habitados de O Costal y Valdomar, aunque el IGN no registra que fuesen sentidos en estas poblaciones ni que se ocasionasen daños, ya que se originaron a más de 20 km de profundidad. Los otros dos se ubicaron en zonas de monte apartadas de las casas y también a gran profundidad.