El servicio de limpieza de los edificios municipales se encuentra en una situación complicada, a falta de un mes –el 30 de junio– para que remate el contrato de la empresa adjudicataria. La falta de acuerdo entre PSOE y PP en el último pleno para un nuevo proceso de adjudicación deja en el limbo este servicio esencial para el buen funcionamiento de las instalaciones públicas entre las que se encuentran los multiusos, colegios, oficinas municipales o el Concello, en un momento además en el que la actual pandemia exige una mayor limpieza y desinfección de los espacios públicos.

El expediente para poner en marcha el proceso de adjudicación de un nuevo contrato se debatió en la sesión plenaria donde la concejala socialista Olga García fue la encargada de defender la propuesta, en la que se incluía la aprobación de un nuevo pliego de condiciones para la adjudicación del contrato por importe de 2,3 millones de euros para los próximos dos años. También se contemplaba que la actual empresa, Valoriza, debía seguir prestando el servicio mientras no se resuelva el concurso. García justificó que se trataba de un servicio “indispensable” tanto en los edificios municipales como en los colegios, “ya que si la limpieza es vital siempre, desde que comenzó la pandemia del COVID es aún más”.

Remunicipalización

Los socios de gobierno, AER, que votaron a favor de la propuesta, destacaron que la “remunicipalización” de este servicio sería “lo deseable”, pero advirtieron que los procesos en la administración eran “muy lentos” y llevaría varios años. El portavoz de AER, Roberto Villar, hizo una propuesta para remunicipalizar “parcialmente” la limpieza a partir de 2023.

Por su parte, la portavoz del PP, Carmen Amoedo, apuntó que la propuesta de AER “tenía buenas intenciones, pero está alejada de la realidad”, y criticó que esta formación se comprometa a remunicipalizar el servicio a partir de 2023 “porque es cuando remata su mandato”. Y advirtió que no pueden comenzar el proceso “un mes antes de las elecciones municipales”. Tanto PP como BNG votaron en contra.

El portavoz nacionalista, Xoán Carlos González, defendió que el servicio podría remunicipalizarse “si existera voluntad política”.