El pistoletazo de salida al verano miñorano se dispara cada año en el mercadillo de los lunes de Sabarís y el de ayer volvió a hacerlo por todo lo alto pese a la pandemia. Por primera vez en tres meses, la feria recuperó casi la totalidad de sus 173 puestos y los vecinos y visitantes respondieron. Miles de personas se desplazaron hasta allí para a realizar sus compras o simplemente dar un paseo animados por las altas temperaturas y por el fin del estado de alarma en toda España.

Tras seis semanas de actividad restringida a la venta de productos agrícolas y alimentarios, la feria recuperó el pulso con 160 vendedores de todo tipo desplegados por la habitual Avenida Julián Valverde y la plaza Victoria Cadaval. A su llamada acudieron los clientes, casi todos "enmascarados".

Las tres patrullas de la Policía Local que se desplegaron por la zona para controlar el cumplimiento de la distancia de seguridad entre puestos y personas apenas tuvieron que intervenir y si lo hicieron fue para entregar mascarillas a aquellos que se la habían olvidado.

Las medidas de seguridad para evitar el riesgo de contagio se relajan y el distanciamiento de los tenderetes también puede reducirse. La nueva normalidad establece un mínimo de 1,5 metros de hueco entre los laterales de cada uno y en Sabarís se dejaron 2 metros y se colocaron mamparas cuando no fue posible liberar el espacio según aseguró el concejal de Comercio e Mercado, Víctor Muñoz, satisfecho de la afluencia "sin que llegasen a producirse aglomeraciones".

Para que entrasen todos los feriantes en el mismo espacio de siempre, se redujo un 25% el espacio a ocupar por cada puesto, tras acordarlo en una reciente reunión con las asociación de vendedores ambulantes, apuntó el edil, que agradece a los vecinos "la responsabilidad demostrada" y los insta a continuar en la misma línea y "no bajar la guardia".